Los cambios aparentes en la porción visible de la luna generan escenas de gran misticismo: una serie de retratos sobre la evolución de la circularidad desde la nada hasta su trazado completo. Esta estampa ha inspirado numerosas creaciones, como la que Lara Bohinc proyecta en Moonrise. A través de un adepto lenguaje art déco, su nueva colección de lámparas para Roll & Hill nos muestra la deconstrucción más geométrica sobre las fases lunares.
El porfolio sideral de Lara Bohinc
Atrás quedaron aquellos “locos años 20” llenos de bonanza económica y esplendor artístico. A pesar de que no hayamos encontrado aún un sistema económico sostenible, el arte continúa en evidente ebullición y la herencia de discursos de antaño se sigue recreando en la época contemporánea. Quizás por mera nostalgia de aquello no vivido, quizás por la valoración adquirida con el transcurrir de los años. Sin duda el art déco, tan sumergido en la estela de la abstracción lineal más perfeccionista, fue un ejemplo de lo reaccionario. Y ahora en la altermodernidad surge la necesidad de rescatar esas facciones tan de vanguardia.
Lara Bohinc cosecha una visión bastante peculiar del diseño muy próxima a esta concepción. Existe en ella una fascinación por los astros y el espacio, una belleza icónica que se refleja en sus piezas llenas de simbolismos astronómicos. Se podría hablar de una comunión equilibrada entre muebles, joyería, objetos y textiles en su porfolio y un rasgo en común en todas estas disciplinas: la destreza y búsqueda de la forma geométrica pura.
Lo vemos en su primera obra de mobiliario, la Solaris Kinetic Table, un juego de placas de mármol que se advierte cambiante como un rango de órbitas, pero también en su conjunto Planetaria Collection. En esta nueva incursión para la firma estadounidense Roll & Hill —con base en Brooklyn, Nueva York—, Lara Bohinc explora el terreno de la iluminación gracias a Moonrise. Manteniendo su imaginario sideral, apegado a la artesanía y a la experimentación matérica, atiende a la deconstrucción del ciclo lunar como temática creativa.
Moonrise. La colección para Roll & Hill
“La iluminación es como una joya: aporta brillo, vida y alegría a cualquier espacio. Las luces son acentos que determinan el estado de ánimo. La habitación nunca está completa sin la iluminación”, dice la diseñadora eslovena. Y no es de extrañar la importancia gradiente que otorga a la luz cuando su fuente de inspiración se encuentra en las estrellas. Tras sus orbes de la serie Planetaria, se esconde un estudio basado en la exploración orgánica por plasmar el virtuoso trayecto poligonal de los cuerpos.
Moonrise nace con un aliciente más: capturar la esencia de las fases lunares en una múltiple combinación de formas redondas y semicirculares. Todas las composiciones se segmentan en un ejercicio repetitivo de geometrías curvas almacenadas en un sinuoso armazón de aluminio o latón. La técnica expuesta refleja la doble formación de Bohinc en diseño industrial y joyería, configurando la colección en tres piezas: dos apliques de pared y una chandelier.
Todas las piezas se someten al juego de llenos y vacíos, igual que sucede con el satélite durante su ciclo. La estructura intrincadamente mecanizada aporta la volumetría a la lámpara de araña gracias a sus ramas de metal arqueadas y a los paneles blancos que guardan la luminosidad. Los apliques, por otra parte, se advierten más planos, pero sigue en ellos esa linealidad gráfica y glamurosa del estilo art déco, como una especie de collage dominado por la redondez.
Como fragmentos calculados y siguiendo la estética interior de afamados clubes en los roaring twenties, la colección Moonrise para Roll & Hill brinda un aura dinámica a los ambientes en los que se inserta. Igual que la luna riega las noches en su máximo apogeo celeste, las luminarias de Bohinc apuestan por la belleza escultórica de una iluminación decorativa que alumbra y sorprende con su propia libración.
En este enlace puedes ver otras colecciones de iluminación
Tres, una lámpara de araña y dos apliques.
Es una firma de diseño fundada en 2010 en Brooklyn, Nueva York.