El automóvil, el humo y el ruido continúan invadiendo el espacio público. No existe un equilibrio entre el tráfico y la vida en las calles.
Es por ello que Benedetto Bufalino da un golpe en toda regla sobre el capó del coche, para ocultarlo y alzar el valor de las plazas y los parques. El creador francés ha realizado en la pasada edición del festival Concéntrico este singular relieve de madera con pequeños escenarios habitables usando como apoyo una hilera de turismos.
Bufalino los condena reivindicando la interacción social que constantemente anulan. Con esta estructura, el autor da un giro creativo a los objetos cotidianos y rescata hábitos saludables, superponiendo sobre el CO2 y los atascos nuestro tiempo para convivir.