El estudio valenciano Tiovivo Creativo ha desarrollado su propio espacio de trabajo. Un diseño de oficinas que combinan naturaleza y diseño. Así nos lo cuentan ellos mismos.
Tiovivo creativo, estudio de arquitectura interior y diseño de Valencia, ha estrenado recientemente sus nuevas oficinas en el barrio de Ruzafa, diseñadas con su sello más personal bajo un aire post-modernista clásico con cierta tendencia al eclecticismo.
Conceptualizado para ser un espacio funcional y polivalente, en cada detalle se ha tratado de optimizar al máximo el espacio ya que, además de ser las propias oficinas del estudio también se ofrece como un espacio coworking donde distintos perfiles profesionales puedan llevar a cabo proyectos colaborativos.
Las características del local permitieron diseñar un ecosistema de trabajo con una conexión especial con la naturaleza, donde la división de las diferentes zonas de trabajo se proyecta de manera dinámica, confluyendo en un patio interior que aporta serenidad y la sensación de estar trabajando al aire libre.
Un proyecto de interiorismo en el que, además, todo el mobiliario, a excepción de las sillas, es de diseño propio. Gran parte de él inspirado en el movimiento Memphis milano, con sus inagotables combinaciones gráficas de blanco y negro, figuras geométricas, colores intensos y algunos de ellos a medio camino entre el objeto útil y la obra de arte.
Como columna vertebral del espacio, una larga mesa atraviesa de extremo a extremo el local, aportando funcionalidad a las dimensiones del espacio. De la mesa destacan los detalles dorados y el mármol calacatta presentes, que funcionan como factor común, dándole unidad y empaque a la mesa. Lo mismo sucede con la armariada hecha a medida y el uso del mármol, siendo un recurso decorativo, funcional y conceptual, ya que sirve de tirador para la armariada y el dibujo en zigzag, representa el vaivén de los caballitos del tiovivo en movimiento.
Dentro de esa armariada, camuflado entre todas las puertas, encontramos el aseo. Dotado de un fuerte diseño conceptual, como si de un lienzo blanco se tratara, se instaló un rótulo luminoso con el lema “caca culo pedo pis”, que nos recuerda diariamente las bondades de sacar el niño que llevamos dentro, con su inmensa creatividad y su sencilla visión de las cosas. Al rótulo le acompañan el inodoro, que sigue el lenguaje geométrico del estudio, y el lavabo, interpretado por el Sr. Rigoberto, siempre dispuesto a servirte una pequeña dosis de jabón con olor a melón, y ofrecerte una toalla para el posterior secado de las manos.
Como epicentro del espacio se encuentra el patio interior que, pese a sus reducidas dimensiones, alberga un jardín vertical, un estanque y un naranjo sobre el cual, gira la distribución de toda la oficina. La luz natural de los puestos de trabajo, la frescura y aromas del jardín vertical, junto al relajante sonido del agua de la fuente, hacen de este patio descubierto, el mejor aliado para transportarte al mundo exterior.
Hablamos de un espacio de trabajo cargado de la personalidad made in tiovivo creativo y las comodidades de la última tecnología para crear un ambiente eléctrico pero tranquilo donde los tiovivers del coworking puedan llevar a cabo proyectos colaborativos en un entorno único.