Hace un par de domingos pasado se inauguraba la ampliación del Kunstmuseum Basel, todo un referente internacional que cuenta con la colección de arte más antigua que se conoce. Se abrió al público en 1671 y hoy cuenta con obras que cubren desde el siglo XIV hasta las vanguardias más actuales. Room Digital se acercó a descubrir la sutileza con la que este magnifico prisma quebrado ha cautivado a los basilienses.
Era un hecho: los responsables del museo necesitaban nuevos espacios para exposiciones temporales. Muy satisfechos con la calidad de los espacios expositivos del edificio existente, diseñado en los años 30, decidieron buscar un proyecto que respetase una concepción museística clásica y de gran calidad. La reflexión contemporánea debía venir del encaje urbano y su materialidad, dos aspectos por los que es reconocida la arquitectura de esta exclusiva ciudad suiza.
El joven estudio local Christ & Gantenbein ganó el concurso internacional con una propuesta que no busca rupturas sino simbiosis y complementariedad. Y todo esto, sin perder en carácter, personalidad y representatividad. A través de una estrategia urbana de las que crean ciudad para el viandante, el edificio se quiebra respondiendo de manera sensible a cada una de las edificaciones adyacentes. La magnética relación que se crea con su predecesor se acentúa más aún gracias al solemne ritmo de huecos de mas de cinco metros de altura, pero sobre todo gracias a su monolítica fachada de mampostería. El empleo de un ladrillo gris, más oscuro y tosco en la parte inferior, genera una textura que se vuelve gradualmente lisa y luminosa al ganar en altura. Además, un elemento decorativo recorre horizontalmente el ultimo tercio del edificio. Se trata de un friso en su concepción clásica, reinterpretado en este caso al incluir en las juntas horizontales unas lámparas de diodos que permiten a la pesada fachada comportarse como un sofisticado billboard dinámico y sorprendente.
En el interior, una generosa escalera serpentea por el vestíbulo, invitando a los visitantes a encontrarse e intercambiar opiniones. En cuanto a la combinación de materiales, se nos presenta libre de todo prejuicio: suelos de mármol gris y grandes superficies de enfoscado tradicional de cal se yuxtaponen a un insólito solado de baldosas de madera o a paneles de acero galvanizado en frío. Materiales que en su abstracción y grisura intentan ser el telón de fondo perfecto tanto para caminantes de Giacometti como conejitos hinchables de Jeff Koons.
