José Selgas asegura no interesarle la arquitectura, sino las plantas. Sin embargo, con el proyecto Second Home, del que su estudio es responsable, muestra su fascinación por ambas los edificios y la vegetación. Una antigua fábrica de alfombras en el barrio londinense de Shoreditch aloja este hub con distintos zonas de trabajo para pequeñas empresas y start-ups. En muchos casos, con cortos contratos de alquiler.
Para evitar el carácter anónimo y temporal de este tipo de viveros de empresas, SelgasCano ha recurrido a grandes superficies acrílicas que se curvan y moldean. El material aporta la absorción acústica y la forma, la estabilidad estructural. Ambas envuelven sensualmente células de diferentes tamaños y alturas que cuentan con máxima transparencia y apertura visual.
Hablamos de espacios en los que personas, plantas, sillas desparejadas, lámparas recuperadas y mesas adaptadas conviven con intención de hacernos sentir en un segundo hogar, aportando memoria al lugar y a los objetos. Un eclecticismo a través del cual el estudio dice tener un objetivo: la vulgaridad. Trabajar con conceptos arquitectónicos ricos que consiguen descender a un plano comprensible y disfrutable por cualquiera. Como este racimo de áreas de trabajo.