El diseñador británico Ross Lovegrove ha elegido la Biennale Interieur como escenario para presentar su espectáculo de luces y formas: una colección de luminarias realizada en colaboración con la compañía Barrisol. Toda la instalación, iluminación y el propio pabellón, giran en torno al uso innovador de los techos tensados de la firma francesa, hechos con un film de PVC que, al ser atirantado, adquiere distintas configuraciones.
El exterior del pabellón está formado por parches hexagonales en espejo que generan un efecto “ojo de mosca”. Cada pieza ha sido tensada en su parte central, unas hacia dentro y otras hacia fuera, remarcando así la naturaleza flexible del producto y aportando un juego visual al distorsionar la luz incidente.
Para este proyecto Lovegrove ha presentado Manta y el trío Infinite Loop, elaboradas con un material translúcido para conseguir una iluminación atenuada. Las cuatro obras ponen de manifiesto las propiedades deformativas de este producto acorde con el discurso biomórfico del británico. Figuras que recuerdan la dualidad entre matemática y naturaleza. Una estructura de aluminio confina el Barrisol flexible y se explora la variedad de superficies que puede conseguirse al estirarse. Manta parte de un marco romboédrico de gran dimensión que permite ser curvado y adquirir distintas configuraciones. Las tres luminarias restantes poseen un marco serpenteante, en torno al cual el film vinílico forma composiciones volumétricas que se acercan a las superficies mínimas matemáticas.
Además de distintos acabados visuales, el material posee micro-perforaciones para conseguir mayor absorción acústica. Lovegrove explota estas propiedades junto con su alta elasticidad. De esta forma logra crear sistemas orgánicos de alumbrado a partir de un diseño escultural de superficies que, además, interacciona con la percepción del ambiente. Una creación relumbrante en todos los sentidos.