Odín no es solo el nombre de un dios. Así se llama también la línea de fragancias creada por una marca de ropa masculina muy conocida en Nueva York. En una de sus tiendas de poco más de 130 m2, decidieron diseñar una Odin Fragances pop up store con sus perfumes. Para ello, contactaron con Snarkitecture, un estudio dirigido por Alex Mustonen y Daniel Arsham, expertos en experimentar con la arquitectura y el arte. De hecho, ya en su web hablan de “cómo manipular esos elementos (arte y arquitectura) para servir a propósitos nuevos e inesperados”. En el caso de la estructura concebida para Odin, el frasco sirve de material pero se desvía de su designio original. Snarkitecture usa su forma y la repite para crear una gran ola nívea desde el techo hasta el suelo. Si además la pared del fondo del local es un espejo, el diseño se multiplica hasta la infinitud. Los sencillos frascos de cristal negro de Odin están escasamente diseminados entre las múltiples réplicas de yeso blanco ubicadas sobre finas varillas o colgando del techo. Estos objetos blancos son la película en positivo sobre la que se insertan los envases oscuros, conformando un ambiente onírico de una teatralidad sencilla pero impactante.
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