En esta octava edición de la madrileña feria URVANITY ha habido grandes cambios: su emplazamiento en Matadero Madrid y la participación de más galerías y artistas que en años anteriores. Sin embargo, se ha mantenido intacto el hecho de que se corone, nuevamente, como el mejor evento para conocer todas las novedades del arte contemporáneo, tanto de España como del extranjero. Estas 8 galerías dan prueba de ello.
VETA by Fer Francés
De esta galería madrileña destacaba la variedad de piezas. Teniendo en cuenta que todas eran figurativas —la figuración ha sido, sin duda, la gran protagonista del encuentro—, había un amplio espectro que seguía las tendencias más actuales. De la mano de Atanda Quadri Adebayo, por ejemplo, nos topábamos con retratos íntimos y cotidianos cuyos protagonistas son siempre negros; un hecho que nos remitía, irremediablemente, a algunos de los artistas que están copando ahora mismo el mercado, como Amoako Boafo, que da voz a personajes que antes nunca eran relevantes para el arte.
Por otro lado, en VETA by Fer Francés también encontramos a autores más apegados a esa corriente contemporánea que relaciona lo creativo con lo lúdico o casi infantil —aunque dándole a menudo una vuelta siniestra o inquietante—. Los cuadros de Cristina Lama eran un buen testimonio de ello.
Galería Llamazares
A nadie que me haya leído en ROOM en otras ocasiones le sorprenderá que recomiende la obra de Fernando Barrios Benavides. Sin embargo, tengo motivos renovados para hacerlo: una de las piezas del autor que la Galería Llamazares presentó en la feria fue adquirida por importantes coleccionistas, como Pilar Citoler.
Barrios, que se mueve entre la abstracción y la figuración, pinta siempre retratos de una manera muy personal, superponiendo en ellos distintas capas, tanto de grafías como de color y materia. Aunque no fue el único del stand que obtuvo la atención del ojo crítico: el asturiano Hugo Alonso vendió a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson uno de sus lienzos, similares a fotografías desenfocadas en blanco y negro y dotados de un fuerte carácter melancólico.
Berlín Galería
Dentro del programa de UVNT, destacaron dos galerías que se enmarcaban dentro de la iniciativa Young galleries: un proyecto que busca dar un impulso a establecimientos de muy reciente creación. Una de sus seleccionadas en 2024 fue la sevillana Berlín galería, que se enfoca en artistas emergentes, por lo que su stand es en sí mismo un testimonio de que las nuevas generaciones —tanto de artistas como de galeristas— llegan pisando fuerte, con propuestas sólidas que compartir con el mundo.
En ella destacó la labor de An Wei: un artista madrileño que muestra sus vivencias, sus anécdotas y las historias que le atraen con una atractiva sencillez en tonos pastel. Así, va configurando un universo personal al que el espectador accede con facilidad, convirtiéndolo casi en parte de su propio imaginario.
RED Gallery
La mallorquina RED ha apostado este año por dedicar su espacio a un único creador: Rubén Martín de Lucas, exmiembro y fundador del colectivo Boa Mistura. De este modo se permitió al público ahondar y llevarse una impresión más precisa de su visión artística, algo que a veces resulta complicado en el contexto de una feria.
Con trazos infantiles, figuras animales, cepos de caza y palabras siniestras como “bad” o “evil”, Martín de Lucas trataba de interpelar al visitante sobre la forma en que nos relacionamos con ese medio natural del que estamos completamente separados, y con el que mantenemos una relación malsana al pensar que la tierra nos pertenece por derecho propio. Uno de sus trabajos también tenía, junto a él, la pegatina verde de la Fundación Masaveu que indica su adquisición.
Gaby Vera x El Castillete
Hay un movimiento actual que convierte a la intimidad en el personaje principal de la pintura; una especie de oda a los vínculos afectivos, tanto con los demás como con nosotros mismos. Mediante esto se apela a emociones con las que, a menudo, no nos sentimos muy cómodos, como la vulnerabilidad o la ternura. Y en UVNT esta tendencia se ha visto reflejada en la galería Gaby Vera x El Castillete, concretamente de la mano de la artista venezolana Jeffly Gabriela Molina.
En sus obras veíamos a mujeres que se sientan una junto a otra y que parecen ser la misma, o cuerpos desnudos idénticos que se abrazan hasta fundirse, invitándonos a reflexionar sobre la relación con nosotros mismos. En este mismo lugar destacó la propuesta de la argentina Sol Kordich, una de las pocas muestras de abstracción de la feria, con escenas intensas de líneas enérgicas y colores perfectamente equilibrados.
Swinton Gallery
Esta galería madrileña lucía una de sus paredes pintada como si fuera la hoja de un cuaderno escolar, pautado para que los alumnos puedan escribir sin que sus líneas se desvíen. Una intervención del sevillano Sergio Gómez, conocido como SRGER.
Este artista —cuyo porfolio emerge del grafiti y va mucho más allá del lienzo— abarca los entornos en los que se sitúan sus cuadros; además obtuvo el premio de adquisición Casa de Indias con una de las tres piezas que exponía en UVNT. Justo al lado, las composiciones de Guido Bisagni se revelaban como misterios geométricos que incitan a ser descifrados, como si contuviesen un mensaje oculto a través de códigos que solo el artista conoce entre sus siluetas y colores.
Víctor Lope Arte Contemporáneo
Esta galería catalana nos invitaba a contemplar, entre sus cuatro paredes, una serie de retratos cuyos protagonistas tenían el rostro verde o azulado brillante, a pesar de que su figura fuese perfectamente antropomorfa.
Atendiendo a los detalles con una gran habilidad, el escocés Damien Cifelli nos introducía en su mundo de fantasía llamado Tarogramma. En él especula sobre aspectos sociales tan contemporáneos como el sentido de comunidad o las conexiones humanas.
Galería Herrero de Tejada
En el sitio de la madrileña Herrero de Tejada, resaltaban las creaciones pobladas por cuerpos contorsionados e iluminaciones apocalípticas del catalán Jan Vallverdú. El autor construye estas figuras mediante pinceladas de gran grosor y energía, mientras que entre la masa de cuerpos sobresalen unos rostros tratados de manera distinta, más finamente delineados.
En general, el resultado da lugar a composiciones de carácter sumamente dinámico, en las que los cuerpos se mueven sobre el lienzo como cuando, al tomar una fotografía, se difuminan los contornos de las figuras que no permanecen estáticas al realizar la toma.
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