Entender el diseño es un intento de comprender la construcción del mundo. La historia de esta disciplina está marcada por creadores que aportaron el avance a su época e incluso adelantaron formas y usos para el porvenir. Dieter Rams es una de las piezas más esenciales del diseño industrial, y su decálogo, los diez mandamientos que sostienen el ejercicio de cualquier diseñador actual. En ROOM rendimos homenaje a esta leyenda viva a través de 10 de sus objetos, aquellos que embellecieron nuestra vida con una sobriedad honesta.
Decálogo Dieter Rams
Es increíble cómo una sucesión de ideas puede materializarse e ir más allá por el progreso, por el bienestar colectivo o, por qué no, por la propia belleza. Este concepto último ya lo aventuraba Raymond Loewy con palabras tajantes: “Lo feo no vende”. Pero frente al styling y su visión streamline con la que fascinó a la sociedad estadounidense, en la Europa de posguerra el paradigma era distinto. En el viejo continente imperaba un racionalismo al que no le importaba la excelencia de la “curva”, sino la Gute Form. Dieter Rams, discípulo de la artesanía y la influencia de la escuela de Ulm, abogaba por la practicidad y la función antes que por el esteticismo. Sin ser consciente, quizás, de que con su actividad en Braun o Vitsoe ya estaba sembrando un estilo único.
1. El buen diseño es innovador: Phonographe SK4
Dieter Rams, arquitecto de profesión, dio un giro a su carrera al incorporarse a la compañía Braun en 1955. Uno de sus primeros trabajos y uno de los más celebrados fue el modelo SK4, apodado por muchos como el ataúd de Blancanieves. Este aparato, que fusiona radio y tocadiscos, representa una innovación en el terreno de lo acústico. Elaborado junto a Hans Gugelot, la imagen rectangular del fonógrafo cuenta con los controles a la vista en la parte superior, lo que facilita su utilización. El gran cambio se encuentra en el empleo del polimetilmetacrilato como tapa de plástico que protegiese la cubierta. No hay decoración, solo madera de nogal en sus laterales para otorgar un aire tradicional, y una pintura blanca que acentúa la pureza de sus formas.
Conoce la visión de Ramón Esteve sobre esta emblemática pieza de la que escribió para ROOM Diseño.
2. El buen diseño debe ser útil: Shelving System 606
Las colaboraciones de Dieter Rams con la firma Vitsoe desde 1959 dieron como resultado una serie de muebles clave para los hogares. Con la estantería Shelving System 606 pretendía explotar la utilidad al máximo. Esta biblioteca multiusos presenta una estructura flexible en madera, capaz de encajar en la pared o de dividir los espacios en los que se ubique. Las amplias combinaciones de cajones y estantes y la serenidad de su apariencia la convirtieron en un producto para cualquier contexto. No es de extrañar que, a día de hoy y con algunas modificaciones, este icono mundial siga reproduciéndose sin parar desde su nacimiento en los años 60.
3. El buen diseño es estético: 620 Chair Programme
El mismo Dieter Rams establecía que los productos han de ser como herramientas, no objetos decorativos ni obras de arte; una sentencia similar a la que hacía Adolf Loos en su ensayo Ornamento y delito. La estética no debe dificultar la funcionalidad, sino hablar el mismo idioma. En sus 620 Chair Programme para la empresa Vitsoe, la faceta modular vuelve a repetirse en un sistema de sillones individuales, que también pueden conjuntamente componer un sofá de varias plazas. Su base de madera de abedul y su armazón, cubierto por una moldura de goma-fibra y por una lámina sintética en blanco o negro, le da un aspecto elegante y atemporal. Un ejemplo de que lo estético no es solo aquello que sorprende, también es aquello que perdura.
4. El buen diseño es comprensible: FS 600 Television
Con el avance tecnológico, los útiles cotidianos modificaban sus programas ofreciendo muchas más opciones de uso. Esto generaba una dificultad para entender su correcto funcionamiento, por lo que la disposición debía ser clara y comprensible. A partir de 1961, Dieter Rams fue nombrado director de diseño en Braun, y más de 500 objetos se construyeron siguiendo sus firmes directrices. “Un buen diseño simplifica la estructura del producto y lo predispone a expresar claramente su función mediante la simple intuición del usuario.” Ese ejercicio es el que ilustró en el televisor FS 600. Con una forma suavemente rectangular y el cuadro de mando visible, el aparato atiende a las necesidades de quien quiere perderse en su pantalla sin preocupaciones, deleitándose inconscientemente en la organicidad de su molde.
5. El buen diseño es discreto: 601/602 Chairs
La discreción se toma como un mantra para diseñadores como Jasper Morrison o Naoto Fukasawa. Esa esencia minimalista reivindica lo normal y lo simple para dar parte del buen diseño. Sin embargo, Dieter Rams encuentra en la discreción otro rasgo definitorio: la auténtica belleza. Las sillas 601 y 602—de nuevo para la británica Vitsoe— son un ejemplo de ingravidez, dos creaciones que hablan el lenguaje futurista de la era sesentera. El esqueleto que las conforma se basa en la extrema sencillez: dos finas patas de aluminio juegan, visualmente, con la superficie de cáscara de fibra de vidrio que las tornea en una única pieza con respaldo y base. Su figura inclinada recuerda a la Barcelona Chair de Mies van der Rohe y Lilly Reich, pero la delgadez con la que se presenta le otorga un aura de levedad propia.
6. El buen diseño es honesto: 740 Stool
Thonet hacía asientos que parecían asientos. No había en sus primitivas intenciones ningún atisbo de hacer pensar al usuario en otra función complementaria. Lo mismo se palpaba en el taburete Stool 60 de Artek, pues su claridad estructural no dejaba lugar a dudas. Precisamente la serie de mobiliario 740 de Dieter no es una de las más conocidas de su producción, pero entera responde a su noción honesta del diseño: no dejarse influir por fachadas engañosas, sino mostrar la realidad del objeto. Su taburete 740 Stool, de plástico y cuero, está inspirado en las esteras japonesas redondeadas que se usan para sentarse. Una reinterpretación que se mantiene fiel a su cometido, a la vez que cautiva por su apariencia apilable.
7. El buen diseño es duradero: Transistor T3
Erigirse como un referente es hacerse eterno. Trazar una estética que no case con ninguna moda marca la supervivencia y el surgimiento del icono. Durante los 40 años de carrera, Rams desarrolló una gama cromática y una geometría formal que influyó en marcas como Apple. Jonathan Ive admitió su eterna admiración por la obra del alemán y cómo esta fue decisiva para llevar a cabo los diseños de la compañía.
Al mirar el Transistor T3 se observa la similitud que guarda con un Ipod. El aparato de Dieter Rams era una radio de bolsillo blanca con un sintonizador circular incrustado en su parte frontal, un rasgo heredado por el reproductor de música de la empresa de Steve Jobs. A pesar de las décadas entre ellos, algo prevalece: la imagen de dos instrumentos que hablan en el tiempo con la misma familiaridad que un padre a un hijo.
8. El buen diseño es minucioso: 850 Conference table
“Nada debe ser arbitrario o dejado al azar, se debe tener cuidado y precisión en el proceso, mostrar respeto hacia el usuario”, afirmaba el creador alemán. Su trayectoria da testimonio a la preocupación por los detalles importantes en todo lo que creaba. En la 850 Conference table plantea una mesa austera destinada a salas de reuniones. Hecha de madera y con patas de aluminio, tiene un mecanismo oculto que la hace extensible, permitiendo adoptar la longitud deseada. La minuciosidad se encuentra en su capacidad de reconvertirse y ajustarse a la demanda del instante.
9. El buen diseño es sostenible: 621 Table
Parece que la sostenibilidad es un tema del siglo XXI. No obstante, la preocupación por la explotación de recursos o los procesos poco amables con el medioambiente ya estaba en la filosofía del diseñador de Braun. “Me imagino que nuestra situación actual hará que las generaciones futuras se estremezcan ante la falta de reflexión en la forma en que hoy llenamos nuestros hogares, ciudades y paisajes con un caos de basura desordenada”.
Como se deduce de sus palabras, lo sostenible se encuentra en la buena praxis de objetos que no poseen una temprana caducidad. Su 621Table aboga por esta concepción, motivo por el que la hizo en plástico, un material que aprecia como noble y duradero. Este mueble multiusos, en colores neutros, exhibe una silueta versátil que encaja tanto en horizontal como en vertical. Su minimalismo le ha permitido conservar una vigencia hasta nuestros días, con un alma que nunca envejece.
10. El buen diseño debe ser su mínima expresión: Radio tocadiscos portátil TP1
“Menos es más” fue una frase con la que Peter Behrens determinó el curso de la creación contemporánea. Para Dieter, ese lema tiene un complemento añadido: “menos, pero mejor hecho”. La mínima expresión del diseño es para él la mejor expresión posible de este. Nada de adornos o elementos que entorpezcan y empañen su tarea. Uno de los mejores testimonios de esta perspectiva se encuentra en el modelo TP1. Considerado como una de las primeras manifestaciones portátiles de radio y tocadiscos, cuida esa línea funcional de geometría y simpleza que tanto le caracteriza.
Dieter Rams. La revolución de los electrodomésticos
Defensor del funcionalismo alemán y continuador del espíritu de la Bauhaus, Dieter Rams trajo consigo la revolución estética con sus electrodomésticos. Nos brindó la forma conveniente y la función correcta. Nos facilitó la vida con prudencia, sin trucos, siempre desde una naturalidad sincera y artesana. Estos 10 objetos de Rams son la prueba irrefutable de que no es tarde para tomar buenas decisiones en el hacer diario. Y su credo sostenible lo avala: 10 versículos que detallan el camino del diseño para alcanzar el Edén.