Nacido en Suiza y afincado en California, Yves Béhar surfea con destreza las ondulaciones del diseño y las olas del Pacífico. Con un enfoque tecnológico y multidisciplinar, su estudio, Fuseproject, es un disparador de ideas y procesos creativos. Hemos hecho un eje Madrid/San Francisco para hablar con él sobre el lado humanista de la tecnología en diálogo con el diseño, ese territorio desde el que Béhar quiere cambiar el mundo.
Yves Béhar. El motor de Fuseproject
Aunque la frase pueda sonar a cliché, si hay alguien que brilla con luz esplendorosa en el firmamento del diseño, ese es Yves Béhar. Afincado en San Francisco desde hace 25 años, es el modelo de diseñador-emprendedor-empresario hecho a sí mismo: un generador de negocios propios y ajenos y, sobre todo, un pensador que apuesta todo al proceso creativo.
Fundador de Fuseproject (1999), desde sus inicios siempre ha buscado un modelo distinto al de los estudios tradicionales: no ha querido ser solo un proveedor, sino asumir la figura de socio de sus clientes, impulsar los proyectos desde dentro, invertir en esfuerzos económicos y humanos. Es decir, funcionar de una forma más comprometida.
“Ser diseñador significa saber manejar las emociones, las visiones, lo que tienes en mente. Se requiere paciencia en el proceso y paciencia con uno mismo. Es un juego de equilibrio: esperar, exigir y aprender”.
Yves Béhar
Radicalmente multidisciplinar, su trabajo incluye desde componentes sanitarios a mobiliario, pasando por moda, accesorios para el hogar, interiorismo o branding. Pero su papel se acerca más al de un asesor-consultor que al de un creativo. Su mirada 360° incide tanto en el diseño industrial como en la marca, la estrategia, la gráfica, la comunicación y la experiencia de usuario. “Dedico pasión y tiempo a hacer que las compañías funcionen, no solo entregando una propuesta para que luego alguien la lleve a cabo, sino también resolviendo el dónde y el cómo de su mercado, qué tecnologías deben adquirir… Ayudo a construir un negocio partiendo del diseño y creo que he contribuido a cambiar la manera de pensar de muchas empresas”, señala al otro lado de la pantalla vía Zoom. Sin duda, al defender esta disciplina como motor de un negocio —no solo como un complemento estético—, ha hecho suya la frase Good design is good bussiness (Buen diseño es buen negocio), acuñada por Thomas J Watson Jr., presidente y CEO de IBM.
Pero su otro prevalente signo de identidad es diseñar incursionando en una tecnología humanística y poética a través de lo que él llama “la interfaz invisible”. “Mi idea es que la tecnología desaparezca, para que no interrumpa ni distraiga. Que sea discreta y responda a nuestras necesidades sin afectar a nuestras interacciones sociales ni físicas, empujarla a un segundo plano”.
Diseño y tecnología en Silicon valley
ROOM Diseño.- ¿Qué aporta el diseño a la tecnología y viceversa?
Yves Béhar.- El diseño siempre suma, pero más que añadir a la tecnología, lo que hace es quitar, simplificar, enfocar su uso para hacerla más accesible. He crecido como diseñador en San Francisco, cerca de Silicon Valley, y eso me influye y me hace verla como una herramienta, como un medio para eliminar fricciones y conseguir información útil. Yo la incorporo en mi trabajo, pero es un material más, como el textil.
ROOM Diseño.- Hablando de Silicon Valley, ¿qué hace un chico suizo como usted en un lugar como California?
Yves Béhar.- Cuando vine hace más de 25 años, el centro del diseño era Europa: Milán y Londres. El diseño no estaba en el corazón del negocio americano. Pero en los años 90 se empezó a entender su papel como una estrategia para que las empresas pudieran diferenciarse y proveer un buen servicio: apoyar cambios, aportar nuevas ideas y la posibilidad de colaboración entre creativos, tecnólogos y científicos. Esto me abrió los ojos. Fue una revelación, porque antes veía el diseño —desde mi ADN europeo— como un panorama cerrado: muebles, objetos, accesorios… Sin embargo, San Francisco me transformó. Por otro lado, vivir en una ciudad vibrante, que tiene la grandeza del paisaje y la amplitud del océano, me ha estimulado y me ha permitido crecer como una persona que aprecia la naturaleza.
ROOM Diseño.- ¿Hay una actitud diferente entre firmas europeas y americanas?
Yves Béhar.- Creo que en Europa los diseñadores tienen buena reputación. Son celebrados, suelen ser vistos como maestros o artistas con un estudio y un estilo específico. En Estados Unidos se los ve más bien como socios que ayudan a la difusión de la marca. Para mí, un diseñador ha de ser una parte crítica e importante de cualquier negocio o industria, sea grande o pequeña. No siempre queda claro que el diseño es el lazo de unión entre los ingenieros, los fabricantes, la compañía y la comunicación. Tenemos la habilidad de cubrir todo el espectro que se necesita para posicionar una firma. Hemos de ser incorporados al organigrama y ser copartícipes de las iniciativas. En Europa lo entienden muy bien, pero creo que no terminan de aplicarlo.
ROOM Diseño.- El diseñador como facilitador, ¿no?
Yves Béhar.- Sí, sobre todo en esta etapa de cambios que estamos viviendo. Tienes que repensar el servicio que das, los productos, la logística, la fabricación. Nos encaminamos a una manera más sostenible de vivir y de consumir, de entender la relación con el medioambiente. Un negocio debe tener al diseñador en el centro de su corazón, tal como lo están el jefe de finanzas o el CEO. Debe haber un chief design officer para la transformación de las compañías. Nuestro papel es unir a la gente alrededor de una idea y que se enamoren de ella, no necesariamente de un diseño. Para mí eso es lo más importante. Porque es más fácil trabajar un concepto que forzar una estética.
Designing Ideas. Viaje al interior de Yves Béhar
ROOM Diseño.- Y todo esto lo cuenta en su libro Designing Ideas (Thames and Hudson)
Yves Béhar.- Exactamente. En él pongo el foco en el diseño como viaje. El proceso de un proyecto es una lección de humildad, una curva de aprendizaje con altos y bajos. Necesitas crecer dentro del proyecto y quería que el libro fuera el reflejo de ello, no una serie de imágenes bonitas con una pátina de marketing y soluciones perfectas. He preferido que hablara sobre esta aventura: mostrar que el diseño es una búsqueda, un viaje emocionante con otra gente, un camino de riesgos, de descubrimientos, de decepción y de grandes momentos. Mirando hacia atrás, creo que en Fuseproject hemos hecho algo bastante único: participar en compañías, hacer participar a otros, formar sociedades con startups. Hemos sabido combinar la creación de empresas mixtas con encargos que responden a un brief. Pero también he sido cofundador de cuatro o cinco firmas, además de socio creativo y de diseño en August Smart Lock, Form Life o Canopy Space. La figura del design partner define a Fuseproject.
ROOM Diseño.- ¿Esa gran motivación personal lo lleva a pensar que puede diseñarlo todo?
Yves Béhar.- En Suiza uno de mis relatos favoritos era el de Pippi Calzaslargas, de la sueca Astrid Lindgren. Su protagonista era una rebelde que rompía roles y que decía: “Nunca he hecho eso, pero creo que puedo ser capaz de hacerlo y hacerlo bien”. En Fuseproject somos un poco como hackers; vemos las cosas, encontramos oportunidades y asumimos la ejecución de una idea de manera diferente, técnicamente hablando. Siento que el diseño sobrepasa escalas, tipos y funciones, y no hay ninguna razón por la que no pueda intervenir en sanidad, en mobiliario, en necesidades medioambientales, en branding… Todos los profesionales que admiro son multidisciplinarios: Charles y Ray Eames, George Nelson, Achille Castiglioni… Todos han ampliado su horizonte y han forzado la definición de diseñador.
Yves Béhar respira confianza en sí mismo y en su equipo. El impulso de Pippi lo anima a llegar a propuestas excelentes en esa misión de ir todos juntos con un mismo objetivo. Para este suizocaliforniano son muchos los elementos que confluyen: el deseo del consumidor, la industria que responde, el apoyo de los gobiernos para llevar a buen fin las iniciativas y marcar la diferencia. “Ir todos en la misma dirección ayuda a tomar la decisión correcta”, insiste. “Nuestro trabajo es hacer preguntas, cuestionar, investigar y tener una conexión profunda con el mundo para lograr un diseño favorable. Tienes que creer bien desde tus adentros que llegarás, y aquí la humildad es una clave”.
Herman Miller en Fuseproject
ROOM Diseño.- Y evidentemente ha habido un antes y un después de Herman Miller.
Yves Béhar.- Herman Miller ha sido una aventura increíble. Ha sido la única empresa a la que yo he llamado para colaborar. Normalmente espero que otros contacten conmigo, pero a ellos les dije “debemos conocernos”. Lo primero que hicimos fue una categoría totalmente nueva para ellos. No tenían mucha experiencia en iluminación y la Leaf Lamp fue el primer artefacto en led producido por una major fabricante de muebles. Innovamos muchísimo con el led, con las luces de contacto, ofreciendo opciones de gradación de cálido a frío. A partir de ahí quisimos afrontar un proyecto troncal, emblemático —esto también lo cuento en el libro—, que fue la silla Sayl. Debía ser económica y tener un diseño que realmente reflejara la ética de Herman Miller: ergonomía, buena calidad y durabilidad. Aprendimos a realizarla de una forma no tradicional, sin muchas capas de espuma y tela. El sueño era tener un textil singular, simple, que proporcionara todo el confort y movimiento necesario para una silla. ¡Construimos 70 prototipos! El proceso fue un recorrido que nos llevó al éxito.
ROOM Diseño.- Con toda esta experiencia, ¿qué cree que es necesario para los próximos tiempos?
Yves Béhar.- Hay dos áreas en las que veremos una gran trasformación. Una está ligada a los temas de sanidad y bienestar mental y físico: trabajar para gente mayor, para enfermos con condiciones médicas complejas, con enfermedades mentales… La otra es la sostenibilidad. Diseñar para el medioambiente requiere que pensemos de manera diferente en nuestro consumo y en cómo cambiar los procesos de fabricación.
Fuseproject ya ha generado diversos productos inteligentes que pueden mejorar nuestra vida diaria. Dreem, por ejemplo, es una diadema con un dispositivo que ayuda a dormir mejor monitorizando la función cerebral durante el sueño profundo y sincronizándola con estímulos sonoros. El robot ElliQ, realizado con la Intuition Robotics, es casi un delicado objeto de mesa que facilita que los mayores se mantengan conectados con el mundo y con la tecnología.
“Dedico pasión y tiempo a hacer que las empresas funcionen, no solo entregando un diseño, sino también resolviendo el dónde y el cómo de su mercado. Ayudo a construir un negocio partiendo del diseño”
Yves Béhar
Moxie, por su parte, es un robot de acompañamiento para niños, expresivo y reactivo, que colabora en sus habilidades sociales y necesidades de desarrollo, sobre todo en casos de autismo. Béhar también ha ejercitado en numerosas ocasiones su pensamiento eco, como en las gafas de sol hechas con basura recogida de los océanos que pueden desmontarse fácilmente y reciclarse de nuevo. Más reciente y en fase de perfeccionamiento está Proteus, una estación submarina de 4000 m2 para el oceanógrafo Fabien Cousteau y su Centro de Aprendizaje Oceánico.
Pero el artesano, el tecnólogo y el hombre comprometido con el medioambiente que hay en Béhar también tiene su contraparte social. El XO Laptop fue la pieza central del programa One Laptop Per Child (Un portátil por niño), impulsado por Nicholas Negroponte en el Media Lab del MIT: una iniciativa para llevar la tecnología educativa a los niños del mundo en desarrollo. Se le llamó El portátil de los 100 dólares. En 2018 comenzó a cooperar con la organización sin ánimo de lucro New Story para crear la primera comunidad de viviendas impresas en 3D, destinadas a familias de extrema pobreza en México.
ROOM Diseño.- ¿El diseño debe ser visionario?
Yves Béhar.- El diseñador necesita mirar hacia adelante, ver lo que hay alrededor, en los márgenes, y anticiparse. A veces un proyecto tarda cinco años en salir al mundo, y eso significa que, si trabajas para hoy, será obsoleto pronto. Por eso hay que pensar en las necesidades del futuro. Para adelantarte necesitas entender el presente y el pasado. El diseño es el elemento que hace esa conexión.