El equipo de Brearley architects & urbanist (BAU) ha proyectado una plataforma flotante que cruza las aguas de un estrecho del lago de Yuandang. Una oportunidad de presentar un objeto exquisito para un problema que la ingeniería ha resuelto tradicionalmente con la funcionalidad más rígida. ¿Existe hueco para el diseño en la obra civil?
Una plataforma flotante que repta sobre el lago
El conflicto que genera la relación de la ingeniería civil con el entorno es difícil de evitar, principalmente porque este tipo de infraestructuras se erigen como un vehículo para explotar el medio o, como en este caso, para modificar la orografía natural del terreno y unir puntos que se mantenían separados.
Esta plataforma flotante busca prolongar la ruta peatonal de los humedales de ambas orillas sobre las aguas. Brearley Architects & Urbanist se olvidan de dibujar el camino más corto entre estas zonas y programan un recorrido sinuoso, que les permite realizar ensanchamientos, proponer áreas estanciales, algo de vegetación, además de un pequeño pabellón en mitad del trayecto.
Todas estas decisiones nos hacen pensar que la intención se acerca a tratar esta plataforma como un objeto escultórico más que como un ente integrado en el paisaje. Detalles como el juego de iluminación que resalta sobre la oscuridad del lago o las siluetas de los árboles, sensiblemente más altas que las de los ejemplares de las orillas, muestran un proyecto que solo intenta mirarse a sí mismo. No existe demasiado interés por lo que sucede encima, debajo o inmediatamente a continuación.
La visión de Brearley Architects & Urbanist
La actitud que BAU mantiene a la hora de configurar su pieza es perfectamente lícita, aunque descontextualiza un trabajo que podemos imaginar sin dificultad en cualquier otra parte del mundo. Aun así, la propuesta supera las limitaciones funcionales que suponen estos planteamientos y se presenta como un espacio público lleno de actividad.
Es fácil percibir que el estudio ha hecho un esfuerzo para que el resultado se aleje de la estética más brutalista de los puentes de hormigón, una sensibilidad complicada de encontrar en el imaginario de la obra civil hasta hace pocos años. Las miradas son cada vez más amplias como para entender que el diseño urbano o el impacto paisajístico deben aplicar en todos los ámbitos, incluso a las construcciones de ingeniería.
También en China, en Changshu, se encuentra otra pasarela flotante en forma de nube.
Es un lago que conecta el término municipal de Shanghái y la provincia de Jiangsu en el este de China.
Los arquitectos han diseñado una pasarela de 586 m de longitud.