El estudio milanés Visual Display, experto en branding y en diseño de interiores, propone en un mismo espacio un juego de lo más cautivador. Entre las siete y las nueve de la noche, la coctelería que hay en el concept clothing store Slowear se pone en marcha y la tienda de origen veneciano pasa a un segundo plano.
Dos en uno
A pesar de que Milán ofrece en sus calles numerosos focos de atención, es difícil no pararse a contemplar el nuevo local diseñado por Visual Display a principios de este año. Los tres grandes arcos del escaparate que muestran el interior acaparan nuestra curiosidad, y no solo por la ropa, sino también por la impactante historia tienda-bar que narran.
El concept clothing store —nombre que desde hace algunos años todos parecemos preferir— dibuja un sistema donde se combinan diferentes disciplinas que crean sinergias positivas. Lo hemos visto antes en Barber & Parlour (Londres) o en el antiguo y famoso Paracaidista en el barrio de Malasaña (Madrid), donde además de solucionar un corte de pelo o ver una película respectivamente, podemos compar ropa, complementos u otros productos de cosmética y papelería. En este caso —como también ocurre en 10 Corso Como (Milán)— la mixología y la moda son las protagonistas.
La joya de la corona
La paleta de color y el juego de espejos, brillos, transparencias y reflejos —que nos podría recordar ligeramente al local de piercing STUDS en NY—nos traslada a un panorama premium. La combinación es exquisita: el verde agua rompe con un paisaje blanco donde los detalles en dorado son el broche que cierra la composición.
El concept clothing store se manifiesta de manera sencilla y ordenada. Exponen pocas piezas y dan a cada una un lugar privilegiado en estanterías, perchas o expositores, de tal forma que el producto se lee mejor y se percibe con mayor exclusividad. En este caso, menos es más.
El hilo conductor entre la vida diurna y la nocturna es el módulo que conecta ambas. Sobre el perchero con ropa de la entrada hay una cápsula transparente, que funciona a modo de lámpara. Por la noche, esta baja a modo de campana para proteger la vestimenta y se convierte en una barra de bar que invita a consumir.
Visitas presenciales
En un momento donde el consumidor se ve cada vez más envuelto por las compras online y más reacio a las tiendas físicas, son este tipo de negocios los que animan a romper la barrera de la comodidad. Entrar en Slowear, tratar con las prendas y tomarse una copa de lujo casi al mismo tiempo es una experiencia que, por ahora, las aplicaciones y las webs están lejos de ofrecer.