Mirar al horizonte es enmarcar, establecer un cerco que nos permita fijar la vista e imaginar un vano que otorgue valor a lo singular de lo que se contempla. En Viewpoint House, el arquitecto Jim Caumeron ejecuta a la perfección una casa mirador en Filipinas, que facilita a sus usuarios disfrutar de lo externo de manera concreta y enfatiza puntos mediante ventanas de diferentes tamaños y orientaciones.
Los límites de la arquitectura residencial
La arquitectura residencial siempre ha perseguido crear límites que ensalcen las virtudes de lo que hay fuera. Le Corbusier afirmaba que la naturaleza se hace paisaje cuando el hombre la enmarca. Dejando apartadas estas ideas más o menos acertadas, tiene bastante razón al situar en la subjetividad la carga simbólica de lo que llamamos paisaje, donde la arquitectura juega la importante función de actuar como mediadora entre exterior e interior y observador y objeto.
Aun así, el marco que se plantea para relacionarse con el entorno puede ser conceptualmente distinto. Por una parte, existe la posibilidad de que este sea completamente transparente, un gran paño de vidrio que busca abarcar la mayor cantidad de lienzo viable; como la famosa Case Study House 22 o Casa Stahl del arquitecto Pierre Koenig, que gozaba de vistas a 270º de todo Hollywood. Por otra, nos encontramos con construcciones que focalizan y determinan enfoques, como es el caso de Viewpoint House.
Una casa mirador con puntos de vista
En ese mirar, presentar y representar, Caumeron diseña una vivienda bajo un criterio esencial y geométrico muy en la línea de su anterior proyecto, Panorama House. Esta nueva residencia se ubica en la localidad de Quezón, una provincia de Filipinas colindante con Manila. Su nombre, Viewpoint House, se debe al hecho de intentar captar la interacción con el panorama colindante a través de fachadas de hormigón blanco con formas trapezoidales de varias dimensiones, en las que se inscriben los grandes ventanales.
Las aberturas no son aleatorias y responden a diversos aspectos como son la posición. La casa mirador, en su totalidad, goza de una panorámica del lado oeste al beneficiarse de la entrada de luz solar. Posee un papel relevante la privacidad, ya que las ventanas se elevan lo suficiente para que los transeúntes no puedan ver lo que ocurre dentro. Por último, destaca la visión al exterior, ya que la mayor parte de los puntos de vista se centran en garantizarla de un modo libre y despejada hacia la zona de los árboles y el parque del otro costado de la calle.
En cuanto al espacio interno, también se repite la fuerte presencia de la geometría de la fachada, patente en algunas secciones materializadas en color blanco con detalles de madera. Caumeron ha conseguido con Viewpoint House es una residencia que sabe aprovechar al máximo las bondades del exterior, filtrarlas y trasladarlas al interior de una manera controlada, ofreciendo un confort con los elementos más básicos: luz natural y vistas.