El Shanghai Museum of Glass ha presentado la exposición 100%: un conjunto de cinco instalaciones diseñadas y comisariadas por Coordination Asia de instalaciones que celebran, a través de la creatividad, el carácter sostenible del vidrio.
Una exposición sobre el material recicable
¿Somos conscientes de que el vidrio es el único elemento completamente reciclable sin pérdida de calidad? La superestrella del reciclaje —lo que común y erróneamente denominamos cristal— juega con una ventaja exclusiva. Pero, a pesar de su circularidad innata, actualmente se aprovecha menos de una cuarta parte de su producción. La falta de conciencia es una gran barrera, aunque, ¿y si el arte y el diseño pudiesen servir para dar a conocer su potencial ecológico?
La reciente exposición del Shanghai Museum of Glass —titulada 100%— celebra la sustentabilidad de este componente a través de la creatividad. Esta muestra, que nos ofrece una ejemplar masterclass en reutilización, lo emplea como protagonista, como algo que ya fue, que es y que será, en un fructífero ejercicio de ida y vuelta continua entre pasado, presente y futuro sin huella.
El futuro será en vidrio
De acuerdo con su discurso, 100% es un orgulloso escaparate de desperdicio cero. Alberga materiales preexistentes, así como otros que se usarán en el futuro. Presenta cinco instalaciones multimedia que ocupan una serie de contenedores metálicos, con interiores que se asemejan a un horno de fabricación y cuyos ladrillos están realizados también con desechos cerámicos. Estos habitáculos, de una monocromía disruptiva y brillante que va del amarillo al rojo, funcionan como cajas de información y de luz. Las estructuras de neón que hay en la zona superior con mensajes como Super Hero Inside o Larger Than Life, sirven como reclamo para el visitante, en un juego de geometrías y volúmenes que viene acompañado por paneles con textos y montajes digitales de carácter divulgativo.
La idea y el diseño nacen de la firma Coordination Asia (COO) y del compromiso del museo para motivar al público a explorar la economía circular mientras los autores elevan a la categoría de arte los restos de vidrio de la basura. Lo interesante no es únicamente la invitación al espectador, sino la llamada a los creadores contemporáneos, al replanteamiento consciente de sus elecciones, desvelando las infinitas posibilidades a raíz del reciclaje. Ya que este material reutilizado no solo habla de medioambiente, sino que también reflexiona sobre el paso del tiempo y las historias de los objetos, siempre abiertos a recibir una narrativa totalmente nueva. ¿Y si descubriéramos que el arte también se puede reciclar?
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Coordination Asia.