Diseñar por y para el diseño. Es la máxima de este carpintero y diseñador sueco-chileno. Porque si no dispone de las herramientas, Antón Álvarez las crea. En sus muebles atados no existen clavos ni otras fijaciones, solo infinitas hebras, cola y su Thread Wrapping Machine: el artefacto que hace posible estos diseños cosidos y que, además de ensamblar cada una de sus partes, determina el color a golpe de pedal y aguja. El autor invirtió cuatro meses en desarrollar esta rueca que gira a alta velocidad atando con fuerza y adhesivo los elementos estructurales. Como resultado: bancos, mesas y lámparas de muchos colores, que parecen sacados de una sastrería. Antón Álvarez es artista y artesano; un productor de procesos muy riguroso por realizar todo a la medida que necesita. Si bien su máquina no da más que para fabricar objetos, el autor aspira a llegar a la escala de la arquitectura. Según revela, sólo es cuestión de tiempo y del hilo que todo lo ata.