Del 7 de febrero al 9 de abril, la capital española se ha convertido en el centro del diseño con la esperada cita del Madrid Design Festival. Y entre sus actividades, destaca la que Teresa Sapey ha llevado a cabo junto a Formica en Contornos del agua: un homenaje onírico a las siluetas ondulantes en el pasillo principal del Teatro Fernán Gómez.
La forma del agua en el Madrid Design Festival
Con solo tocar la superficie del agua podemos generar un eco silencioso. El carácter poético de su caudal siempre ha sido un referente unánime en la historia del arte y del diseño. En pinceladas o materiales singulares, se ha buscado su representación formal como si se pudiese atrapar estáticamente algo que fluye por naturaleza. Zaha Hadid lo puso a prueba en su colección de mobiliario Liquid Glaciar (2013), donde cristalizó la imagen de los fluidos en movimiento con mesas y sillas que parecían derretirse. Y como ella, muchos otros artistas han pretendido capturar su semblante sublime y acuoso como una muestra de fascinación.
Podemos cimentar arquitecturas orgánicas con voladizos similares a las olas o evocar el runrún de un arroyo en grabaciones. Sin embargo, esta imitatio a veces no solo pretende una recreación purista, sino transmitir un mensaje de advertencia. Por ello Teresa Sapey y la firma Formica se han unido gracias a una conciencia creativa y ecológica en común; y qué mejor evento para exhibir sus sincronías que el del Madrid Design Festival y qué mejor escenario que las inmediaciones del Teatro Fernán Gómez.
Con la versatilidad que posee la firma de superficies, no nos extraña que se tome como un referente matérico también en el terreno del arte. Después del escultural Botanical Form junto a mecanismo, esta nueva andanza con la diseñadora italiana mantiene su aire de inspiración también en lo natural. Así ha surgido Contornos del agua: un paseo inmersivo por un corredor onírico compuesto por la luz de Vbomadrid, los sonidos seleccionados del musicólogo Rigo Pex y el material de Formica como protagonistas. A lo que se añade, además, el fácil montaje y desmontaje para ser reutilizada en otras ocasiones.
Teresa Sapey y Formica apuestan por la sostenibilidad
12 arcos esbozados por Teresa Sapey en distintos modelos de Formica nos reciben linealmente a lo largo del vestíbulo. El cromatismo de los conjuntos se asocia a una intencionalidad concreta: la alusión a aquellos elementos ancestrales que siempre han poseído una relación o influencia directa con el agua.
Dividido en 3 segmentos diferentes, la primera sección de seis arcadas aguarda una colorimetría plateada en el laminado metálico y blanca en la iluminación led. El simbolismo nos transporta al recuerdo de la luna y su poder sobre el control de las mareas, pero también a la pureza del agua y a la necesidad de acceder a ella de forma segura.
Conforme se avanza, otros cuatro arcos de laminado metálico en tonalidades bronce nos conectan directamente con la tierra: ese lugar transitado por ríos, lagos y océanos, pero también por nosotros. La iluminación roja aborda con pasión la idea de conciliación, una llamada al consumo responsable. Esta imagen se ve fomentada en las luces amarillas y el laminado metálico en dorado de la última parte: un homenaje al sol como fuente de energía vital.
El recorrido, igual que sucede con un cauce, nos empuja a la circularidad, a terminar en el mismo sitio en el que empezamos todo. Al emprender el camino de regreso, los tonos azules en los ledes y los tableros de Formica nos zambullen en una estética fluvial. Este tránsito interactivo, lleno de musicalidad acuática, reflejos refráctales y diálogos cromáticos traza frente a nosotros un relato intimista. Un pórtico poético o una herramienta reflexiva capaz de cambiar el curso del agua y de lo que somos.
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Del 7 de febrero al 9 de abril de 2023