Los grandes diseñadores de moda se ven en la obligación, cada vez más, de transgredir no sólo en sus propuestas, sino en cómo darlas a conocer. En ocasiones, la pasarela resulta distante y poco sugerente. Y es aquí donde surge la necesidad de unir fuerzas y volver a conectar con el público.
Prada, pionera en crear tendencias, ha abierto de nuevo sus puertas al estudio OMA dejando en sus manos el show para la colección masculina otoño/invierno’15. Rem Koolhaas, líder de OMA, mantiene desde hace años una estrecha relación creativa con la firma italiana. En esta ocasión, ha ido más allá de la performance, y ha creado una serie de estancias cerradas. Se trata de una sorprendente consecución de salas interconectadas que dividen a los espectadores en pequeños grupos. El negro y azul medianoche inundan los mármoles usados. Mallas metálicas caminan por paredes y techos y todo se convierte en una cuestión de perspectiva. Un punto de vista que, partiendo de geometrías, repeticiones y simetrías, nos acercan a la esencia de una colección en la que el diseño no sólo lo visten los modelos.
Fotos: Alberto Moncada, Agostino Osio