Schimmel & Schweikle, o Janne Schimmel y Moreno Schweikle se conocieron mientras estudiaban en la famosa Design Academy de Eindhoven. Aunque cada uno mantiene su práctica individual por separado, decidieron unir fuerzas en lo que ha resultado ser Schimmel y Schweikle.
Desde su graduación hace dos años escasos, crítica y público parecen haber caído rendidos a su aproximación al diseño. Mientras gran parte de sus colegas de profesión dedican sus esfuerzos a dar con nuevos materiales a través del reciclaje, ellos hacen lo propio con las formas. Sí, con las formas: reciclan objetos cotidianos y vulgares. O más bien los rumian y regurgitan como muebles mutantes que, sin dejar de ser lo que eran, gozan de una nueva vida, ahora reconvertidos en vanguardia.
Su colección PillowPillow fue desarrollada durante una residencia en Alfa Brussels (Bélgica). Cada pieza es el resultado de un experimento de modelado digital, que los diseñadores han traducido en algo real. Trabajaron sobre una serie de mobiliario de líneas límpidas y modernas donde parecen crecer extrañas protuberancias de peluche. El contraste entre la superficie lacada con pintura de coche, la calidez del pelo sintético y las aristas puntiagudas cubiertas por volúmenes orgánicos nos dejan ver el origen de la idea, haciendo todavía más obvio el potencial de lo que ya existe.
el conjunto un escritorio de ordenador a ras de suelo, para reivindicar el lugar central de los dispositivos digitales en nuestras vidas, y una silla que semeja estar tapizada de piel humana y hormonada con esteroides hasta llegar a la categoría de butaca. Atravesada por una lámpara, funciona como una extraña pareja de siameses de especies distintas.
Trabajar con formas ya existentes como punto de partida permite a Schimmel y Schweikle explorar la relevancia de los objetos en un mundo que tiende a convertirse en píxel. Mientras, desmontan y cuestionan las apariencias y la narrativa tradicional del diseño creando una nueva sintaxis. O, por lo menos, desarmando la que había.