¿Cómo liberar los objetos cotidianos de su función para darles una nueva razón de ser? El equipo de artistas Winter/Hoerbelt —que pudimos ver en la pasada edición de Urvanity— lleva 30 años reinventando materiales y herramientas propias del uso diario, con la idea de llevarlos al plano artístico y escultórico. Movidos por la interacción entre diseño y cuerpo, los alemanes hacen de este pabellón sinuoso, llamado Basket, un espacio semiabierto con rejillas de acero. La piel metálica sigue la huella lobular del suelo y, a modo de extrusión, se levanta distanciando en paralelo el rojo de suelo y techo. Desde dentro, se percibe como un lugar dinámico y habitable, mientras que por fuera cobra la entidad casi de monumento. Tanto en la Cesta como en el resto de la exposición de la que forma parte, está implícito un acercamiento físico: un diálogo entre diseño, espectador y la experiencia de ver un elemento de origen pobre convertido en una sofisticada instalación industrial.