Las hojas caídas de los árboles sirven para construir este mueble realizado por el eslovaco Šimon Kern. El autor cree en el biodiseño como concepto base para este prototipo, y por eso recurre a la transformación de materiales orgánicos. El resultado: un objeto biodegradable, de aspecto vanguardista y sin peligro de extinción, pues al deteriorarse o resultar inservible puede nuevamente ser abono natural para los árboles que lo vieron nacer. El conjunto de hojas se prensan dentro de un molde, mezcladas con una resina biológica obtenida de aceite usado de cocinar. Como contraposición a lo orgánico y fracturable del asiento, Kern realiza su estructura mediante piezas tubulares de acero. Beleaf es el nombre de esta silla que cree en la reencarnación vegetal de su cuerpo y de su alma.