El tocadiscos luminiscente del que fuera productor de David Bowie recrea todo un universo psicodélico en torno a él. Además de compositor y artista visual, Brian Eno ha diseñado este reproductor de vinilos con un toque minimalista y punk. Y lo ha presentado en la Paul Stolper Gallery de Londres como una perfecta caja de luz sonora, cuyo led interior cambia de una pista de color a otra en diferentes tonos eléctricos: azul, magenta, violeta naranja, etc. Su cromatismo transporta a una nueva dimensión la experiencia de escuchar el disco; pues no solo se trata de encenderlo y dejar que suene la música, sino de viajar más allá. De visualizar un preludio y preparar el ambiente y el sonido adecuados a la hora de pinchar —y deleitarse—, por ejemplo, con la trilogía berlinesa de Bowie y Eno en cada giro glam del plato.
