En la población de Griñón, ALEM Arquitectura lleva a cabo un desafío arquitectónico con el diseño en paralelo de dos viviendas unifamiliares adosadas. Aunque comparten una estética moderna, cálida y elegante, cada una presenta una distribución adaptada a las necesidades específicas de sus respectivos propietarios.
Estas “casas espejo” combinan armoniosamente en su exterior arquitectura, materiales, texturas y colores, creando un resultado equilibrado y funcional que garantiza el confort y disfrute de cada familia.
“El mayor reto de este proyecto fue armonizar los gustos de ambos clientes y coordinar los tiempos para que las dos viviendas avanzaran de manera simultánea. Trabajamos de la mano con cada uno de los propietarios, ajustando preferencias y soluciones, lo que hizo que todo el proceso resultara muy sencillo. Tanto los clientes, la constructora, como nuestro estudio estuvimos siempre alineados, buscando soluciones de forma colaborativa, lo que facilitó que todo fluyera entre todos los agentes involucrados”, declara Ana Monteagudo, fundadora de ALEM Arquitectura y que, junto a Óscar Bernedo, es la arquitecta del proyecto.
El exterior del conjunto presenta una fachada que combina piedra blanca escarfilada con revestimiento monocapa en blanco y carpintería en tono negro. La piedra en formato escarfilado es un material polivalente y de grandes propiedades, que presenta un aspecto rústico, natural y elegante, definiendo el carácter de ambas viviendas.
“La piedra se suministró en bloques, pero la constructora realizó un sublime trabajo de precisión en el corte de cada pieza, logrando que encajaran perfectamente como un puzzle. Este cuidado en los detalles ha sido parte fundamental para aportar naturalidad y armonía al resultado final”, añade la arquitecta.
Ambas viviendas cuentan con un voladizo, con enmarcado dintel, que sirve de porche cubierto, aunque con geometría distinta. La amplia zona ajardinada y aparcamiento se combina con el elegante suelo en piezas de gran formato porcelánico y acabado cemento, y una iluminación, en tono oscuro, de apliques en fachada y focos empotrados. Una de las viviendas (2) ha incorporado una piscina en la zona trasera, con luz integrada.
La personalización de cada vivienda ha dado lugar a dos ejecuciones completamente diferentes en cuanto a tamaño y distribución interior.
- Vivienda 1: con 350 m² de parcela exterior y 190 m² construidos, se organiza en dos niveles: planta baja y primera planta. En la planta baja, se integran salón, cocina y comedor en un único espacio diáfano. Además, incluye un cuarto de lavandería, un baño completo y un dormitorio-despacho. En la primera planta se ubican tres dormitorios, uno de ellos en suite, vestidor y un baño.
- Vivienda 2: con 267 m² de área exterior y 233 m² interiores, se distribuye en tres plantas. En la planta principal, se ha diseñado un espacio en forma de L que integra cocina, comedor y salón, acompañado de un baño de cortesía y un dormitorio-estudio. La primera planta alberga tres dormitorios, uno de ellos en suite, un baño y un vestidor. En el sótano, se ha dispuesto un amplio espacio diáfano ideal para eventos. A nivel de calle, incluye un garaje cerrado.
Del exterior al interior: una misma piel y el juego de la doble altura
La piedra escarfilada se utiliza en ambas viviendas como una envoltura común, aportando coherencia y continuidad visual entre ellas. Este material no solo forma parte del exterior, sino que de forma maestra se introduce en el interior, generando un hilo conductor estético. Las distintas piezas parecen trepar por parte de las paredes de la entrada, como si de una misma piel se tratase. De forma similar, la solería se ha realizado con porcelánico de efecto cemento, reforzando la unidad y armonía estética.
Las escaleras interiores se configuran de forma distinta en cada caso. En una de las viviendas (1), se ha diseñado en un único tramo con una losa quebrada de hormigón armado y una barandilla de vidrio, con tornillería de acero, que resalta la doble altura y su amplitud. Una gran ventana, situada sobre la puerta de acceso y frente a la escalera, es un elemento imprescindible para acentuar la magnitud de la doble altura.
En la otra casa (2), la escalera es de dos tramos y está creada con peldaños de microcemento. Los detalles en hierro forjado negro añaden un elegante contraste cromático y juego geométrico. La doble altura, también en este caso, se acentúa gracias a un gran ventanal que se sitúa justo sobre la escalera, potenciando la luz natural y espaciosidad del entorno.
En ambos casos, la iluminación desempeña un papel clave para destacar tanto las escaleras como la piedra.
La sostenibilidad, un punto destacable
En términos energéticos, para ambas viviendas se ha optado por un sistema de aerotermia de alta eficiencia, complementado con suelo radiante y refrescante. Se ha optimizado el aislamiento de la envolvente del edificio y se han instalado carpinterías exteriores de aluminio con rotura de puente térmico en color gris antracita. Ambas casas garantizan un mayor rendimiento energético y confort interior.
Vivienda 1: estética neutral, sencilla y elegante. Amplitud y luminosidad en cada espacio.
La planta baja de la vivienda (1) se organiza en un espacio abierto que integra cocina, comedor y salón, con gran luminosidad y amplitud. El toque rústico y elegante de los materiales hablan con voz propia y se combinan de manera armoniosa, aportando carácter propio. El suelo de porcelánico gris actúa como base perfecta para la fusión entre los tonos cálidos de la madera y la pureza del blanco predominante.
En la zona de salón, un sofisticado sofá verde se complementa con un mueble bajo volado, hecho a medida y en madera natural. La zona de comedor y cocina está decorada con una mesa de madera y sillas de diseño. La isla de la cocina, completamente en blanco, desde la encimera hasta el mobiliario, añade un toque de minimalismo. Los muebles de madera y lacado blanco, junto con los electrodomésticos integrados, crean una sensación de unidad y continuidad en todo el espacio.
La iluminación ha sido cuidadosamente diseñada, combinando luces indirectas que aportan calidez y ambiente, con luces focalizadas que garantizan una solución eficiente para la iluminación general.
En la primera planta, la zona de noche destaca por la sutileza en los detalles. Los baños mantienen la madera y el color blanco, fusionando piedra natural y pintura blanca en las paredes.
Vivienda 2: estética atrevida y llamativa. Amplitud y carácter en cada espacio.
En la planta baja de esta vivienda (2), se encuentra un salón-comedor diáfano, bañado de luz natural. La chimenea panorámica se complementa con un mueble bajo a medida y un amplio sofá en tono gris oscuro. La zona de comedor destaca por una mesa central de madera acompañada de sillas decorativas en tonos mostaza y terracota. Como en toda la casa, la iluminación focalizada se combina con lámparas colgantes de diseño.
La cocina, integrada, pero con una sensación de independencia gracias a la isla central, combina una encimera con efecto piedra y mobiliario oscuro, complementada con elegantes taburetes. Los electrodomésticos están integrados, y se ha creado una esquina para desayunos. El diseño mezcla la madera, el blanco y los muebles en negro mate. En esta planta se encuentra también un baño de cortesía con gran personalidad.
En el sótano, bajo la escalera de microcemento, una vinoteca da la bienvenida. Este espacio destinado a eventos cuenta con una barra de bar de obra revestida en porcelánico, un jardín vertical llamativo, un rótulo luminoso y un botellero colgante de hierro. Taburetes y una mesa extraíble completan este ambiente diáfano, ideal para reuniones y celebraciones.
La primera planta alberga el dormitorio principal en suite, que destaca por su cabecero tapizado en mostaza, papel decorativo con motivos tropicales y lámparas suspendidas de mimbre sobre mesitas de madera.
Los dormitorios infantiles han sido diseñados a medida. Los dos baños de esta planta están protagonizados por formas geométricas.
Fotografías: David Ballester
- Estudio
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