El estudio de interiorismo Brákara Studio ha transformado por completo un piso pequeño, ubicado en Barcelona en un refugio luminoso, cálido y sereno, concebido para el bienestar cotidiano.
De pequeño piso antiguo, oscuro y compartimentado a refugio contemporáneo, cálido y funcional, con soluciones de diseño sorprendentes.
El estudio de interiorismo Brákara Studio ha transformado por completo un piso pequeño, ubicado en Barcelona en un refugio luminoso, cálido y sereno, concebido para el bienestar cotidiano.
Situado en el entresuelo de un antiguo edificio, el proyecto PRIM es un ejemplo brillante de cómo el diseño de interiores puede transformar radicalmente la experiencia del habitar. El punto de partida era una vivienda -con una superficie de 65 m2– que presentaba un estado general muy deteriorado y una distribución obsoleta, con pasillos estrechos, estancias pequeñas y escasa luz natural.
La propuesta de Brákara Studio apostó por la apertura de espacios, con el objetivo de maximizar la entrada de luz natural, así como la creación de una continuidad visual y material, cuyo resultado es calma y orden a partes iguales.
“Los acabados eran obsoletos, con un suelo de parquet flotante en mal estado, cocina de mobiliario anticuado y escasa funcionalidad, y un baño con materiales desfasados. Las habitaciones resultaban pequeñas, sin carácter, y apenas contaban con iluminación natural. Además, la relación entre las estancias era rígida, sin conexión visual ni coherencia estética” comentan Luis Peixoto y Ruben da Silvia, interioristas y socios de Brákara Studio.
El nuevo concepto gira en torno a la sencillez elegante, con una estética atemporal que combina materiales naturales, texturas neutras y una paleta cromática suave. El diseño interior propone una vivienda funcional, abierta y conectada, donde cada rincón está pensado para ser vivido con tranquilidad y belleza.
Tres habitaciones, una con vestidor… y en solo 65 metros cuadrados
Uno de los requisitos principales del propietario era conservar tres habitaciones y, a su vez, disponer de un vestidor generoso en el dormitorio principal. Este desafío espacial fue resuelto gracias a una redistribución estratégica que combinó soluciones de compartimentación inteligente y el uso de cerramientos ligeros. En lugar de levantar nuevos tabiques tradicionales, se optó por introducir un cerramiento de madera y cristal que delimita espacios sin interrumpir la luz natural ni la continuidad visual. Esta solución permitió cumplir con la demanda funcional, sin renunciar a la sensación de amplitud, luminosidad y fluidez que define el nuevo hogar.
El pasillo, antes oscuro y residual, se reinterpretó como un eje de circulación claro, limpio y luminoso, ayudado por estos elementos traslúcidos que aportan ritmo y transparencia al recorrido.
El dormitorio principal se diseñó como una suite que integra zona de descanso, baño abierto y vestidor en línea, todo articulado con un lenguaje arquitectónico sobrio y delicado. Las zonas húmedas se organizaron de forma compacta, con una elección de materiales que resisten el paso del tiempo y aportan calidez.
Sobriedad y calidez natural
La paleta cromática apuesta por la serenidad: el deteriorado parquet flotante ha sido sustituido por suelos continuos de piedra natural en un tono beige claro, que unifican toda la vivienda, mientras que la madera natural presente en el mobiliario a medida añade calidez sin estridencias.
La cocina, de diseño minimalista en gris perla y sin tiradores, se integra discreta en la zona de día. Para la encimera se ha utilizado un porcelánico blanco. Una mesa alta de madera natural con taburetes, ideal para el momento del desayuno, ejerce de perfecto nexo entre la zona de estar y la cocina.
Los baños incorporan cerámicas de pequeño formato con efecto artesanal, en tonos tierra, un guiño al mediterráneo. Textiles de lino, visillos translúcidos y tonos arena en el mobiliario contribuyen a la creación de un ambiente relajado. Cada elemento está pensado para crear una atmósfera tranquila, con protagonismo de los materiales naturales y los detalles cuidados.
Diseño pensado para ser vivido
El mobiliario combina piezas a medida y elementos escogidos con precisión: un sofá marfil de líneas envolventes, una zona de comedor con mesa ligera con sobre de cristal que se complementa con un funcional banco corrido con almacenaje o lámparas artesanales que aportan ritmo y carácter. La decoración, mínima y significativa, se apoya en cerámicas, esculturas orgánicas y libros de diseño. En la zona del salón destaca un gran espejo apoyado sobre el suelo, en madera rústica, que suma profundidad y textura natural.
Una transformación radical
El proyecto PRIM representa una transformación radical desde una vivienda oscura y obsoleta a un hogar contemporáneo, luminoso y lleno de armonía. Es un ejemplo de cómo el diseño bien pensado puede dar una nueva vida a un espacio, transformando su uso, su percepción y, sobre todo, la forma en que se habita.
Fotografías: Jordi Folch
Sobre Brákara Studio:
Brákara Studio es un estudio de interiorismo con sede en Barcelona, fundado por los diseñadores Luis Peixoto y Rubén da Silva. Con una visión compartida basada en la sensibilidad estética, la funcionalidad y la honestidad material, el estudio apuesta por una arquitectura de interiores cercana, cálida y bien pensada.
Sus proyectos destacan por una cuidada atención al detalle y una apuesta por la atemporalidad, la serenidad visual y el bienestar cotidiano. En cada encargo, Brákara busca crear espacios coherentes y vivibles, que dialoguen con quien los habita y se adapten a su forma de vivir Su dominio tanto del diseño interior, como del diseño de producto les permite conseguir un resultado final muy completo y satisfactorio para el cliente. Han realizado numerosos proyectos tanto en interiorismo residencial como comercial.
- Estudio
- Brákara Studio