Sostenibilidad, innovación, simplicidad y afecto definen el espacio creado por la arquitecta Bruna Tuon Sposito en su segunda participación en CASACOR SC
«Tiempo, señor de todos los ritmos. Compositor de destinos (…) eres uno de los dioses más bellos». Esta frase de Caetano Veloso resume bien la vida. Cada segundo que pasa significa un recuerdo que queda guardado; algunos hermosos, otros no tanto, pero todos esenciales para nuestra evolución.
Consciente del valor de cada uno de esos recuerdos, la arquitecta Bruna Tuon Sposito, de SUM + Studio, decidió rendirles homenaje en su segunda participación en CASACOR SC. Así nació el Refugio de Recuerdos, un espacio que conecta su pasado con su presente.
Este ambiente de 110 metros cuadrados incluye una sala de estar y comedor, una cocina integrada, un baño de visitas y una lavandería. Es una distribución inteligente, llena de detalles con historia. Desde el campo hasta el mar, la profesional, que nació en el interior de São Paulo y lleva años viviendo en Florianópolis, ha decidido incorporar elementos que reflejan estas dos influencias.
Un homenaje a las raíces
La armonía visual del ambiente va más allá de lo estético: cada pieza cuenta una historia. Un libro escrito por la abuela de Bruna ocupa un lugar especial; sus frases fueron impresas y enmarcadas, añadiendo una profunda personalidad al espacio. Además, su otra abuela bordó el respaldo de una de las butacas. Otras dos butacas, utilizadas con frecuencia por su abuelo, agregan un toque de puro afecto. “Quise honrar mis raíces. Mis abuelas buscaron, a través del arte, una forma de encontrarse consigo mismas. Este espacio refleja eso y también el legado que quiero dejar a mis hijos”, comenta la arquitecta.
Tradición e innovación: un dulce encuentro
El espacio evoca el pasado mientras incluye obras contemporáneas. El mobiliario pertenece a la colección Regenera de Dü Design y está hecho de madera de uva, una especie endémica de Japón y considerada invasora en Brasil. “Logran algo hermoso con un material que suele ser perjudicial para el medio ambiente”, explica.
Incluso los residuos de esta madera se reutilizan para producir bloques que fomentan el cultivo de hongos. “Es un ciclo cerrado, en el que aprovechamos al máximo la materia prima. Este enfoque debería discutirse más en la arquitectura”, añade Bruna.
Paleta natural y texturas
La paleta cromática homogénea aporta una sensación de frescura y simplicidad elegante. Los toques de color provienen de la vegetación cuidadosamente dispuesta en el proyecto. Con grandes ventanales, la naturaleza penetra en el espacio, conectando el interior con el exterior y creando una atmósfera serena.
Diversidad de texturas y luz dorada
Bruna emplea texturas naturales, desde lino y algodón hasta madera reciclada y piedra en bruto. Así, pasado y presente se encuentran de nuevo, invitando a los visitantes a sumergirse en este universo de recuerdos, no solo visualmente, sino también a través del tacto.
Iluminación: el toque final
La iluminación complementa la atmósfera acogedora e íntima, con una luz central que aporta amplitud y puntos de luz estratégicos que resaltan los detalles. La sensación evocadora del espacio de Bruna Sposito nos acompaña durante toda la visita, dejando grabado un nuevo recuerdo en nuestro propio refugio de memorias.
Producción: Gabriela Almeida
Crédito de imágenes: Lucas Reitz
- Estudio
- SUM + STUDIO de Arquitectura