El concepto del nuevo restaurante Nomo diseñado por Trechs Studio y ubicado en la renovada calle Consell de Cent de Barcelona, surge del deseo de crear un refugio de calma y armonía en medio del dinamismo urbano.
Es un espacio que busca hablar con suavidad a través de la materia, donde cada elemento ha sido cuidadosamente escogido con intención y sensibilidad. La propuesta gira en torno a la reducción y la pureza de materiales, apostando por pocos, pero profundamente expresivos: paredes y techos revestidos de estuco, mobiliario de madera en tono tabaco, pavimento rústico de un gris oscuro sobrio, y baldosas vitrificadas que, con su presencia discreta pero vibrante, acompañan con sutileza el recorrido del visitante.
La distribución interior respeta con delicadeza la historia del local preexistente. Se conserva su esencia original, al tiempo que se adapta con sensibilidad a las nuevas necesidades funcionales y estéticas del proyecto. El espacio se articula a través de tres comedores bien definidos, que acogen a los comensales en ambientes íntimos, acogedores y cálidos. Estos están conectados entre sí mediante pasos enmarcados en madera, que funcionan como transiciones suaves, guiando de forma natural la experiencia espacial.
Cada detalle de Nomo ha sido diseñado a medida, reforzando la idea de un lugar único y cuidadosamente pensado. Desde la celosía de tablillas de madera que filtra la luz con delicadeza, hasta las mesas y bancos comunales diseñados específicamente para el restaurante, todo ha sido concebido para potenciar la experiencia sensorial. Incluso los apliques de latón que bañan la zona de cócteles aportan una luz cálida y elegante, creando una atmósfera serena y sofisticada.
Los comedores responden a una lógica de diseño que combina funcionalidad y belleza. Bancos corridos abrazan las paredes, permitiendo una distribución eficaz, mientras que las mesas individuales aportan flexibilidad y dinamismo al servicio. Desde el techo, planos inclinados revestidos en fibras naturales —evocando discretamente los tatamis japoneses— flotan como volúmenes suspendidos, ocultando las instalaciones técnicas sin renunciar a la estética y elevando la percepción espacial.
Las paredes de Nomo Eixample están adornadas con piezas únicas de la diseñadora de tapices Elisa Padrón y de la artista menorquina Esther Mir. Casada con un japonés, Mir ha captado magistralmente la esencia del restaurante y del Grupo Nomo. Sus pinturas, realizadas sobre páginas de antiguos libros japoneses, y sus cuadros, que se alejan del folclore típico para reflejar una sobriedad característica, complementan el diseño interior y enriquecen la experiencia sensorial del espacio.
La iluminación desempeña un papel esencial en el ambiente general. Se ha optado por una iluminación indirecta que envuelve los espacios con calidez, combinada con puntos de luz puntuales que aportan dramatismo y realzan los volúmenes arquitectónicos. Las lámparas, seleccionadas entre clásicos del diseño contemporáneo, contribuyen a dotar de carácter atemporal al restaurante.
En Nomo Eixample, cada rincón ha sido concebido no solo para ser contemplado, sino para ser vivido y sentido plenamente.
- Estudio
- Trenchs Studio
