Un taller gastronómico. Utensilios que hacen las veces de herramientas, y en sus paredes recuerdos de una larga trayectoria entre fogones, con firmas y libros de personas que han acompañado a Dani Carnero, marca y motor de La Cosmo. La relación espacio-cliente, además de gastronómica, es lúdica.
Un taller gastronómico. Utensilios que hacen las veces de herramientas, y en sus paredes recuerdos de una larga trayectoria entre fogones, con firmas y libros de personas que han acompañado a Dani Carnero, marca y motor de La Cosmo.
La relación espacio-cliente, además de gastronómica, es lúdica. A través de una sopa de letras, que expresa los atributos del negocio presencial y virtualmente, conseguimos un punto de atención y comunicación que luego se completa con la propia experiencia en el local.
Para la cocina, una paleta de color con influencias de las clásicas sartenes Le Creuset, iluminación propia de taller mecánico, y un juego de espejos que oculta el almacenaje de utensilios a la vista del cliente, con quien convive a través de una barra-omakase.
En el resto del espacio, paneles metálicos y elementos igualmente de taller de automoción lacados en la paleta de color corporativa, mantienen el concepto resuelto para que, independientemente del sitting, cualquier cliente pueda experimentar la misma idea de espacio.
- Estudio
- Paco Lago Interioriza