Qiang Design (锵设计), que opera bajo el concepto fundamental de “extraer inspiración del Este para crear la atmósfera artística de paisajes electrónicos”, colaboró para dar vida al salón de exposiciones MEXTRA.
Siempre hemos adherido a la filosofía de fusionar la tradición con la modernidad, y esperamos que cada visitante que entre en el salón, a través de la interacción entre la luz y la tecnología, experimente el profundo encanto de la cultura oriental y la chispa única generada por la fusión de la estética tradicional con el diseño contemporáneo.


En el corredor del pabellón cubierto, el diseño de iluminación está elaborado con meticulosa atención para crear un ambiente excepcionalmente armonioso. Las luces se presentan artísticamente en la fachada, evitando el brillo intenso de los rayos directos, y bañan todo el corredor con un resplandor suave y uniforme. Esta iluminación delicada no solo brinda una experiencia visual más confortable a los visitantes, sino que también permite que la belleza estructural del corredor se armonice perfectamente con los elementos de diseño circundantes, evocando una atmósfera.
Al entrar en el salón de exposiciones, lo primero que capta la atención de los visitantes es una pantalla electrónica dinámica con un impacto visual llamativo. Las imágenes en constante cambio se asemejan a siluetas de montañas en capas, como en las pinturas de tinta china —a veces audaces y vibrantes, a veces sutiles y etéreas—, dándole vida de manera vívida al concepto de “paisajes electrónicos”. Es como si una puerta hacia el mundo de la estética oriental se abriera justo en la entrada, invitando a los visitantes a entrar y descubrir más.


Entre las características más interactivas del salón de exposiciones se encuentran las pantallas de tinta electrónica. Cuando los visitantes se mueven delante de ellas, las imágenes responden en tiempo real, fluyendo a través de los paisajes de las cuatro estaciones: flores en plena floración en primavera, exuberante vegetación verde en verano, follaje rojizo y ardiente en otoño, y serena nieve en invierno. Cada escena fluye como una pintura de tinta electrónica viva. Esta interacción dinámica permite a los visitantes moverse libremente e sumergirse entre el espacio físico y la luz cambiante, experimentando una nueva visión de la estética oriental potenciada por la tecnología moderna.


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