Casa Iliada, diseñada por Nogalya, redefine la vida residencial al sur de la Ciudad de México. Integrada en un entorno boscoso, combina materiales como concreto, mármol y madera, generando un equilibrio entre modernidad y naturaleza. Su espacialidad y detalles decorativos crean una atmósfera acogedora y sofisticada, ideal para disfrutar del entorno.
La sala de estar se erige como el eje vertebrador de la casa. Su doble altura le otorga un protagonismo indiscutible, mientras que el diseño del suelo en espiga—un juego de piezas de madera y granito dispuestas en diagonal—dirige el recorrido visual y físico hacia los diferentes ambientes. Los candelabros geométricos de alambrón negro, suspendidos en este espacio, crean un contrapunto industrial que dialoga con la sobriedad de los muros de concreto, añadiendo un matiz elegante y moderno.
El diseño vertical, enfatizado por una estantería de piso a techo, no sólo cumple una función estética, sino que articula la circulación hacia las áreas más privadas de la residencia. Las lamas dispuestas de forma aleatoria permiten la entrada de luz natural, generando una sensación de fluidez entre los distintos niveles de la casa y potenciando la conexión entre los espacios comunes y la escalera.
El plafón de madera funciona como un elemento unificador, enlazando de manera fluida suelos y techos, y reforzando la atmósfera acogedora que define el proyecto. La selección de materiales distintivos como el mármol negro Monterrey, con vetas blancas y detalles dorados, añade un toque de sofisticación al conjunto.
El comedor, situado estratégicamente, se convierte en el punto de convergencia de la residencia. Un contraste deliberado entre la solidez del concreto armado y la ligereza de los plafones de yeso blanco define este espacio, coronado por un mural de técnica mixta pintado sobre un espejo, que inyecta color y profundidad al ambiente.
Las escaleras, revestidas en mármol negro Monterrey, aportan una nota de lujo que eleva el tránsito entre niveles. Desde la sala, una terraza exterior establece un vínculo directo con el paisaje natural, integrando el bosque como un elemento central de la experiencia cotidiana. Este diálogo entre el interior y el entorno se ve reforzado por la continuidad entre los suelos de madera y el revestimiento de granito que define la cocina, logrando una transición suave y funcional.
En las áreas privadas, como la recámara principal, el diseño busca un equilibrio entre la modernidad y la calidez. Los textiles en blanco y negro, en armonía con la paleta general del proyecto, contrarrestan la frialdad del concreto expuesto. Detalles como la icónica silla Barcelona sobre una piel sintética de vaca introducen un guiño lúdico sin perder la elegancia inherente al espacio. La mesa de noche, con espejo biselado y herrajes negros, complementa esta atmósfera íntima con un toque de funcionalidad sofisticada.
El proyecto destaca por la coherencia de su lenguaje material. Nogalya logra un balance preciso entre la fuerza estructural del concreto armado y el acero, y la calidez del nogal y el mármol Carrara. La riqueza del espacio se amplifica mediante la incorporación de obras de arte y piezas decorativas audaces, resultando en un conjunto que fusiona robustez y sofisticación en un marco arquitectónico singular.
- Estudio
- DXD Design Group
