Diseño para Florencia y Fortunata, proyecto social que trabaja por mejorar la visibilidad y las oportunidades de las mujeres en toda la cadena del café.
La cafetería se encuentra en el interior de una casona colonial construida sobre cimientos Incas en el centro histórico de Cusco, Perú.
Tuvimos la suerte de poder diseñar el local de Florencia y Fortunata, un proyecto social que trabaja por mejorar la visibilidad y las oportunidades de las mujeres en toda la cadena del café, desde el origen hasta la taza. Una empresa liderada por mujeres que lucha con voluntad de cambio desde los Andes en Perú.
La cafetería se encuentra en el interior de una casona colonial construida sobre cimientos Incas en el centro histórico de Cusco, Perú.
Se intervino la edificación respetando la historia de la arquitectura, los muros y arcos de piedra y los elementos tallados en madera, integrando una propuesta y carácter nuevo. Adaptamos la marca a este espacio lleno de historia.
El espacio se diseñó con un claro enfoque de género, que se plasmó desde el diseño interior hasta el propio café. El diseño permite disfrutar de la bella arquitectura y al mismo tiempo aprender sobre el papel de la mujer en el mundo del café.
El patio interior acoge el área protagonista de la cafetería, en este espacio buscamos incorporar materiales y formas que quedaran integradas en el entorno y que a la vez aportaran nueva energía a la edificación. A la vez, se restauró el balcón colonial dejando ver su madera y tallados originales, y se le dió importancia al muro inca central mediante la iluminación.
En este proyecto hubo una búsqueda continua del equilibrio entre los elementos antiguos de la casona y todos los materiales nuevos que quisimos incorporar. Una arquitectura tan estática y rígida necesitaba un respiro de cambio para volver a reconocer su valor.
La barra se planteó como el escenario principal de las preparaciones y punto de comunicación del proyecto. Integramos asientos y área de preparación para definir una forma de interacción muy cercana y transparente entre barista y cliente.
La barra fue construida en dos bloques diferenciados, uno en madera maciza y paneles de plywood pintado y el otro incorporando el terrazo y perfiles metálicos en color azul.
Quisimos generar dinamismo en el espacio con las diferentes experiencias de consumo y tipologías de mobiliario. Se diseñó una colección completa de muebles jugando entre líneas rectas y redondeadas e integrando diferentes materiales como perfiles de metal tubulares en color, madera laqueada o natural y el terrazo.
Esta combinación de texturas, colores y formas en las mismas piezas de mobiliario crea una experiencia muy dinámica y divertida para el consumidor, que se acentúa a través de la vajilla utilizada en la cafetería, fabricada por ceramistas peruanos.
Trabajamos con artesanos de la ciudad para la fabricación e implementación del mobiliario. Todo el mobiliario fue diseñado y fabricado a medida para el espacio.
Arquitectónicamente, el objetivo era resaltar la historia y la arquitectura originales, diseñando en armonía con todos los nuevos elementos que se introducían en el espacio, al tiempo que se rescataban antiguas técnicas constructivas y se daba protagonismo a ciertos detalles de la arquitectura.
Un proyecto liderado por mujeres con una propuesta de cambio necesitaba de un espacio que fuera acorde a sus necesidades, un ambiente acogedor, abierto a cambios y nuevas ideas.
