En 2021, el American Hardwood Export Council promovió la reedición de nueve muebles inéditos diseñados por el arquitecto Enric Miralles en esos años de esplendor para la vivienda que compartía con su pareja la arquitecta italiana Benedetta Tagliabue, un viejo inmueble de la Ciutat Vella barcelonesa.
El legado de Enric Miralles
Enric Miralles irrumpió como una presencia arrolladora en la escena de la arquitectura española de los años 90, precisamente en el momento en que esta empezó a suscitar la curiosidad internacional. El expresionismo mediterráneo de su característica caligrafía insufló un vendaval renovador en una tradición de ortodoxia racionalista y organicista. Murió joven, en plenitud, lo que no ha hecho sino agrandar el mito; aunque su viuda y última socia, Benedetta Tagliabue, sigue manteniendo firme el pulso de su legado en la obra desarrollada por el estudio EMBT desde entonces.
En 2021, el American Hardwood Export Council promovió la reedición de nueve muebles inéditos diseñados por el arquitecto en esos años de esplendor para la vivienda de la pareja, un viejo inmueble de la Ciutat Vella barcelonesa. “Hicimos la transformación de esta vieja casa sin planos”, cuenta Benedetta. “Teníamos una oficina donde todo se dibujaba perfectamente, pero para hacer la casa trabajamos de una manera distinta (…). Tienes menos constricciones cuando haces algo para ti mismo como cliente”.
Perpetuum Mobile y AHEC
Miralles y Tagliabue también crearon mobiliario para la industria; pocos, pero brillantes —la familia de asientos Tina & Pepe para Expormim, el banco de hormigón Lungo Mare para Escofet—. Sin embargo, estos nueve ejemplares son ejercicios estrictamente privados: muebles macizos de madera que subvierten jubilosamente su tipología y sus rutinas formales para dinamizar y celebrar la vida cotidiana, liberados de toda atadura fabril o productiva.
Como la mesa Inestable —un inmenso paisaje informe que evoca la planta de su icónico cementerio de Igualada—, cuyos tableros se pliegan en múltiples combinaciones para facilitar la lectura, el dibujo o cualquier otra actividad; o la mesa Estudi, pensada para que la pareja trabajara a la vez, uno frente a otro, en diálogo permanente; o Lelukaapi, una estantería sobre ruedas que reelabora fantásticamente el universo de las casas de muñecas en homenaje a Alvar Aalto. Incluso Mistery, una mesa de comedor que se extiende como un gráfico animado para admitir hasta 16 comensales y que hoy ha emergido del archivo y ha sido construida por primera vez.
Todos ellos fueron realizados en su momento en roble o iroko, y ahora han sido reinterpretados con verdadero primor artesanal en maderas de frondosas de bosques americanos —modelo de explotación sostenible y neutral en cuanto a huella de carbono— por el taller madrileño de La Navarra, bajo la supervisión amorosa de Tagliabue.
Su delicada crudeza encaja a la perfección con el gusto por las texturas materiales propio de la arquitectura de Miralles. Exhibidos en 2021 en el Design Hub de Barcelona, se han vuelto a recuperar en la muestra organizada por Interni todos los años en el Fuorisalone de Milán, y son un ejemplo impagable de la importancia que para el diseño tiene pensar out of the box. Especialmente si se hace de la mano de una mente jovial y volcánica como la del irrepetible Miralles.
Fotos: © Lander Larrañaga