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Longer Journeys. Pedro Cabrita Reis

Por Laura Franco

“El arte es una herramienta mental, espiritual, que expande la inteligencia”. Leo esta frase y observo una foto de Pedro Cabrita Reis en su estudio. Todavía no  le conozco de nada, pero una buena amiga me indica que me adentre en él y que vea su trabajo, porque puede interesarme como referente en mi propia obra plástica.

Investigo un poco y descubro que en los últimos tiempos, Pedro Cabrita Reis ha obtenido reconocimiento a nivel internacional y se ha situado como uno de los artistas portugueses más importantes, junto a Julião Sarmento. Y que no se conforma con la pintura, sino que extiende su actividad creativa hacia la escultura, la fotografía y el mundo editorial.

Encontramos en la obra artística de Cabrita Reis un diálogo que procede de lugares vacíos en los que aún se intuye la presencia de quien los habitó, de los sonidos surgidos de un aparente silencio, o de las formas que se intuyen en una absoluta oscuridad: lo que no se ve o se oye pero se presiente y, por tanto, está. Reis combina en su obra la dimensión visible o adivinable con una espiritual relativa al campo de las emociones y los acontecimientos sensitivos. Su trabajo se encuentra repartido por lugares tan importantes como la Tate de Londres, la Fundação Calouste Gulbenkian de Lisboa o la Hamburger Kunsthalle, entre muchas otras, y ha participado en bienales como la de Venecia o São Paulo.

Nos llama la atención el modo en que Cabrita Reis hace un ejercicio de “reciclaje de recuerdos”, trasladando a su obra gestos, movimientos, situaciones o elementos de la vida cotidiana en apariencia imperceptibles, y que él rescata y eleva. Se define como “recolector de recuerdos” gracias a lo que él mismo llama una “curiosidad absoluta”, que no se termina en lo que se ve, sino que va más allá. Encontramos en su trabajo constantes referencias a la casa donde se crió, que le llevan a reflexionar sobre la casa como hábitat o territorio primordial del hombre a partir del cual se enfrenta al mundo.

Reconoce  que parte de la pintura en todos los trabajos que realiza, incluso en los escultóricos, y reivindica siempre una mirada de pintor a la hora de enfrentarse al acto creativo. Me interesa el hecho de que evite el término “instalación”, frecuentemente utilizado en los últimos tiempos y que yo misma uso en mis propios trabajos. ¿Por qué lo rechaza?, me pregunto. Para Cabrita Reis  las instalaciones artísticas son actualmente procesos vacíos, tenían sentido en una época pasada, pero en la actualidad los equipara a meros decorados de interiores. En su trabajo es paradigmático el uso de la luz mediante neones, que bien podrían remitir a esa dimensión espiritual a la que tantas veces alude. En ellos se observa, además, cierta melancolía de la que el autor participa como parte inherente de todas las cosas de la vida, hasta las más desapercibidas. “En los neones no hay tristeza, pero sí una especie de vacío, de pérdida, una herida profunda que busca constantemente resolverse, cerrarse”.

Visita la web de Pedro Cabrita Reis

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