En el 2020, la agencia Clavel Kitchen y la especialista en marketing E goi se unieron en un mismo espacio para desarrollar de manera conjunta sus actividades. Paulo Merlini Architects propone unas minimalistas salas blancas, cubos de madera gigantes y mucha luz natural en su renovada nave de 2800 m² en Oporto.
Oficinas compartidas por Clavel Kitchen y E goi
Justo antes de la covid-19, las oficinas compartidas estaban viviendo su época dorada. En los centros de ciudades —y no tan centros—, era casi imposible conseguir un hueco en un coworking debido a la alta ocupación. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, la nueva dinámica laboral que se instaló llegó para quedarse.
Teletrabajar, acudir contadas veces en semana al trabajo o compartir sede con otras empresas son opciones que ya están instauradas en muchos grupos y compañías. Esta última alternativa que han adoptado las agencias portuguesas Clavel Kitchen y E-goi. Tras su crecimiento en 2020, juntarse en un mismo sitio no solo fue una forma de repartir el consumo, sino de intercambiar saberes y proyectar de manera conjunta.
La visión de Paulo Merlini Architects: salas blancas y luz natural
El equipo de arquitectos tenía como reto principal crear un lugar flexible y extenso para que los trabajadores sintieran que sus necesidades estaban cubiertas y, a su vez, no se interrumpieran las tareas de otros compañeros.
Para ello, inundaron la nave del mismo color: largos pasillos, despachos y zonas comunes se visten de blanco y sin decoro para dar luminosidad y paz. Este ejercicio se complementa con la luz natural que entra a través de las amplias cristaleras que recorren los muros del edificio. De un primer vistazo podría casi recordarnos a la Casa Canvas de Ministry Of Design en Singapur, que también apostó por esta ausencia de color.
Por otra parte, para lograr todas las funciones: salas de reuniones, cabinas de llamadas o áreas de descanso, el estudio distribuyó una serie de cajas gigantes de madera que asumirían estas competencias en su interior y aislarían del resto de la oficina.
Por último, es destacable la gran escalera de caracol que conecta las plantas de la construcción. Ese “rizo perfecto” de hormigón —que resulta prácticamente una escultura y supone un punto orgánico en medio del perpendicular paisaje— protagoniza el corazón del coworking.
El puzle de Paulo Merlini Architects
Paulo Merlini analizó y jugó ingeniosamente con el espacio, pues este puzle tan aprovechado usa los metros “sobrantes” para establecer terrazas y ambientes exteriores. Unas altas paredes enmarcan unos recovecos de lo más acogedores que invitan a los usuarios a coincidir en más de una ocasión.
Una vez más, queda demostrado que un capítulo en la historia —en este caso la aparición de la covid-19— hace que el ser humano sea capaz de adaptarse y reinventarse, aplicando a los obstáculos soluciones creativas.
En este enlace te mostramos más proyectos de oficinas.
Las agencias portuguesas E-goi y Clavel Kitchen.
El color blanco, las cajas de madera gigantes del interior y la luz natural.
Sí. Organizó zonas comunes amplias, cómodas y agradables que favorecen el diálogo. Además, las actividades y tareas de las agencias conviven en equilibrio tanto en el interior como en el exterior de la construcción.