Definir qué es arte siempre ha sido y será una cuestión conflictiva. Igual de eterna es la manera en la que nos referimos a él. Mientras cambia su forma y contenido, el mundo parece querer seguir llamándolo del mismo modo: arte. ¿Acaso podemos considerar y juzgar según el mismo patrón aquello que ha variado tanto en sus intenciones y medios con el transcurrir de las épocas?
Centrémonos en el más actual, el de los nuevos medios. O, dicho de otra manera: en el new art. Este término –que acostumbra a referirse a todo aquel trabajo que se sirve de las posibilidades estéticas de las tecnologías emergentes– abarca, en realidad, un repertorio mucho más amplio de subtipos artísticos: videoarte, instalaciones y esculturas 3D, net.art, realidad virtual, arte vectorial o pixel art. En muchas ocasiones, incluso encontraremos híbridos de todos ellos.
Ouchhh es un buen ejemplo de este mestizaje. Colectivo independiente con sede en Estambul y en Los Ángeles –acaban de estrenar oficina–, se mueven con destrezas en el campo del diseño gráfico y del sonido, el arte digital y el motion graphics. Como cabría esperar, sus obras no son sino estructuras dinámicas que combinan vídeo, recursos sonoros, arquitectura y luz. La pantalla se presenta como la versión renovada del lienzo. Una superficie 2.0 que multiplicará todas las posibilidades de aquello que sobre ella o para ella se conciba. La imagen nace, se transforma y, cuando parece estar a punto de morir, resurge de entre sus colores con una nueva textura e ilusión óptica. Una noche estrellada en movimiento, una película abstracta, un cardiograma tridimensional.
El carácter hipermedia de los trabajos de Ouchhh es la razón por la que han sido tan reclamados por museos, festivales y medios. En los últimos años hemos podido seguirles la pista en Ars Electronica, OFFF Festival, ArtFutura, Fubiz, o The Creators Project, entre otros. Recientemente, además, han celebrado su primera exposición retrospectiva: Parallel Universe, en colaboración con Artechouse, en Washington DC. Según ellos mismos han comentado en entrevistas: “La exposición difumina los límites entre las experiencias visuales, acústicas y táctiles fomentando un acercamiento multisensorial a la apreciación del arte”.
Hasta el 31 de agosto de 2018 en París, Atelier des Lumières fue otra de las exposiciones de las que el grupo puede presumir. Después vino AVA_V2, diferentes proyectos para el gobierno chino y —según dicen las malas lenguas— la publicidad de una marca de coches coreana. Ojalá Kandinsky, Rafael y Pollock levantaran la cabeza, ojalá los cimientos del arte fueran capaces de admirar hasta dónde ha llegado su hijo predilecto.