El estudio lituano Toota ha demostrado que el ámbito laboral puede ser atractivo y disruptivo a través de este atípico proyecto para la agencia Ogilvy. Un ejercicio de interiorismo en 481 m2 donde la ilusión óptica es el elemento protagonista.
Un nuevo concepto de oficina para Ogilvy
El dogma social dicta que un entorno laboral ha de ser aséptico, neutro, libre de distracciones y sin estridencias o sorpresas. Pero la joven firma de arquitectura Toota parece opinar todo lo contrario; y así lo ha demostrado en la nueva sede de la agencia de publicidad Ogivly, situada en la capital lituana. El equipo se ha encargado de alejar el concepto de oficina tradicional mediante un interiorismo que recurre a la estética metalizada en un alarde de efecto ilusionista.
El material sobre el que se ha apoyado el estudio ha sido el metal: de las paredes al mobiliario, las superficies de textura brillante inundan el espacio en clave futurista. Aunque se conciba como una matriz eminentemente sólida, Toota ha apostado por el juego de formas y apariencias para confundir audazmente a los usuarios. La sorprendente entrada —que se muestra después de abrir una puerta ordinaria— revela un portal equipado con un revestimiento de metal, “acolchado e hinchado”, que interfiere con la percepción táctil. “El objetivo ha sido crear una primera impresión engañosa, una quimera de la realidad, aunque solo sea por un momento”, explican los diseñadores.
Otro ejemplo se encuentra dentro del salón, donde los muebles se advierten imponentes y de acero inoxidable. Sin embargo, al sentarse en ellos se descubre que realmente están tapizados y que brindan comodidad a quien los usa. Esta propuesta genera una atmósfera inesperada, pero también inspiradora, creativa y original que resuena con el espíritu de autenticidad del gigante publicitario Ogilvy.
La visión llamativa de Toota
¿Cómo concebir una oficina llamativa sin que suponga una desatención para los empleados? La respuesta que plantean desde Toota reside en el equilibrio, por eso «los lugares donde predominan los detalles resplandecientes están aislados y no influyen en la productividad«. Una de las salas de reuniones debe su estilo elegante a los paneles de metal blanco y plateado. Otra, mientras tanto, adquiere un aspecto drásticamente diferente con paredes de madera ennegrecida. La cocina, por su parte, utiliza carpintería clara para dar la bienvenida. En suma, las zonas de trabajo reflejan una mezcla de acabados que se apoyan en componentes textiles y mobiliario ergonómico.
Cada área funcional tiene su propia gama cromática, de manera que existen ambientes diversos que se comunican a nivel estético y conceptual. Los materiales fríos se combinan con texturas suaves y cálidas; y los colores neutros del metal y el cemento contrastan con los tonos corporativos en rojizo de Ogilvy, que dotan de centralidad e importancia a la identidad de marca de la empresa. Con este proyecto se apuesta por las oficinas que estimulan los sentidos sin obstaculizar la actividad laboral. Por ello este espacio desafía a la percepción y pone en duda la confianza en las primeras impresiones mediante la distorsión visual. ¿Acaso lo real no puede ser también una ilusión?
En este enlace puedes conocer también otra oficina poco convencional, como la de la firma Breuninger.
Ogilvy es una agencia británica de publicidad, marketing y relaciones públicas con sede en la ciudad de Nueva York. Fue fundada en 1850 por Edmund Mather como una agencia con sede en Londres.
No es la primera vez que Ogilvy apuesta por el interiorismo de vanguardia para sus sedes. Algunos de los ejemplos más destacados son las de Montreal, proyecto de For Design Planning y París, diseñada por el arquitecto Stephane Malka.