Olafur Eliasson, Sebastian Behmann, Fasil Giorghis, Vogt Landscape Architects y MH Engineering han proyectado en Addis Abeba (Etiopía) el parque memorial Meles Zenawi: una oportunidad de reforestación.
Meles Zenawi: una oportunidad para la sostenibilidad
El Memorial Meles Zenawi Park ha supuesto un campo de pruebas donde se ha propuesto reforestar más de 5 millones de hectáreas de bosque y sembrar más de 10 000 millones de especies vegetales: brezos, acacias leguminosas, eucaliptos, olivos, enebros africanos, secoyas, el árbol del curry, la hierba de San Juan y demás plantas autóctonas. Unas cifras para tener, sin duda, muy en cuenta. El diseño obedece a la necesidad de abordar los objetivos de la agenda nacional etíope en relación a reducir —al menos a la mitad— sus emisiones de gases de efecto invernadero, rebajar la degradación del suelo de conreo y su desforestación, así como la subsiguiente pérdida de biodiversidad de sus parques naturales.
Meles Zenawi se vertebra mediante una senda serpenteante que describe sinuosas trazas, adaptándose a los niveles curvos de la orografía. Aunque estos no sean muy acusados, el sentido pintoresquista está presente en muchos puntos, sobre todo si uno se fija en los ángulos y cul-de-sacs sobre los que se van asentando las construcciones que aparecen a lo largo del camino. Los enormes enebros y las altas secuoyas contrastan con pequeñas buganvillas y agapantos, en tanto que la arquitectura permanece agazapada tras la espesura arbórea.
Si bien es cierto que se han empleado viveros nativos a la hora de repoblar y generar gran parte de la masa verde del área, también se han introducido familias que no son propias de la región de Addis Adeba debido a las condiciones higrotérmicas y climáticas de la latitud etíope y las limitaciones en el suministro de agua.
Olafur Eliasson y Sebastian Behmann revisitan los tukuls
Con todo, el sendero combina un pavimento adoquinado con pasos elevados de madera, cañizo y gravilla roja cercados por plantas silvestres de baja altura; esto permite la filtración del agua hacia el subsuelo favoreciendo que el sustrato no se deseque. Asimismo, la travesía conecta una serie de edificios y pabellones de plano circular con distintas funciones: casa de huéspedes, oficinas, un centro de investigación y una biblioteca. Todos ellos se van acomodando orgánicamente en las intersecciones que se dan entre las curvas del terreno.
La forma y distribución interior encuentra similitudes con las edificaciones tradicionales de la región noroeste de Etiopía y algunas zonas del África meridional: los tukuls. Esta idea se refuerza con la organización del esquema compositivo en torno a un patio central, sumado a que los arquitectos han utilizado sistemas constructivos y una materialidad similar a la de los tukuls: con la salvedad del hormigón y el vidrio, estos se erigen con madera, barro cocido, bloques huecos, fardos de paja y tierra apisonada.
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El proyecto empezó a dibujar en 2011 y se encuentra en Addis Adeba, en Etiopía.