En la nueva tienda de cosmética MDC concebida por González Haase, los materiales, las texturas y los acabados no solo son la última definición volumétrica que proyecta una sombra. Ahora brillan, reflejan y tiñen el espacio de color consiguiendo sublimar el propio diseño. La innovación no consiste en generar nuevos principios para la arquitectura, sino en actualizar los existentes.
La arquitectura moderna se entendió como el “juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”. O al menos esa fue la mirada que nos enseñó el maestro Le Corbusier. Esa visión, sin embargo, convierte esta disciplina en un objeto pasivo, en algo reactivo con poca interacción con el medio. La incorporación de nuevos componentes ha permitido sustituir ese bajo por con, y convertir la arquitectura en algo más activo.
El uso de la luz en MDC
La luz es fundamental en el planteamiento de esta tienda de cosmética por dos motivos. El primero es el eje lumínico que se produce debido a la conexión entre la abertura de la fachada principal y la zona trasera. Esta línea de iluminación natural se corresponde con la perspectiva visual desde el acceso que se extiende a través de toda la profundidad del lugar.
El paramento colocado fuera de la ortogonalidad y la disposición del mobiliario enfatiza y subraya esta parte que separa también las funciones programáticas. Por un lado, las actividades más públicas, como el área comercial, y, por otro, las privadas y de labor interna: el mostrador, el despacho y la sala de descanso.
La segunda causa es la desmaterialización del entorno mediante el empleo de la luz como un material más con el que diseñar. Los reflejos, los brillos y las transparencias desdibujan las fronteras espaciales generando una atmósfera fluida.
La geometría en la tienda de cosmética MDC
El diseño para este nuevo local comercial se sustenta en una composición de formas geométricas que trufan el proyecto; en especial el círculo ubicado a diferentes escalas y con diversa materialidad que, incluso a veces, se hace presente como ausencia.
En el techo, dos sustratos conviven. Un primer nivel blanco de molduras barrocas —correspondiente a la cubierta existente— al que se le superpone la nueva capa técnica de instalaciones lumínicas. Además, el aspecto circular recurrente aparece en las luminarias de acero inoxidable.
El color como elemento programático de González Haase
Asimismo, el concepto dimensional para la tienda de cosmética MDC no se puede entender sin el color. El amarillo acota el territorio vertical en una sucesión que se expande por todo el establecimiento y dialoga con el exterior; el rosa se muestra en elementos horizontales situados a la altura de los ojos y el verde se usa para el mobiliario.
El código cromático está definido por sus funciones, ya que el amarillo se relaciona con la luz natural, mientras que el rosa tiene que ver con la tonalidad de la piel. Así, las superficies —techo y paredes en blanco, suelo en negro— se tratan como lienzos neutros sobre los que salpicar distintos tonos. Una composición geometría y concisa en la que el color estructura todo el interior.
En este enlace puedes conocer otros proyectos de diseño en tiendas de cosmética.
Fundado por Pierre Jorge González y Judith Haase en 1999, González Haase es un estudio con sede en Berlín con prácticas principales en arquitectura, escenografía e iluminación.