El estudio canadiense Leckie Studio ha diseñado para la clínica dermatológica AER Skinlab una nueva sede en Vancouver. Se trata de una recreación de una galería subterránea y cavernosa, que se corresponde a la perfección con el segundo eje sobre el que gira la inspiración del espacio: la serie Quarries del fotógrafo ontariano Edward Burtynsky.
Una clínica dermatológica con aspecto cavernoso
Las obras de Leckie Studio destacan por la carencia de detalles superfluos y el cuidado máximo por los detalles. La delicada paleta de color —reducida en la mayoría de ocasiones—, la elección de las maderas —siempre muy presentes en sus construcciones—, así como los exquisitos acabados y texturas de sus materiales, son aspectos que marcan la diferencia con respecto a otras propuestas arquitectónicas. Por ello, la unión entre el laboratorio AER Skinlab y el equipo canadiense para crear la nueva sede de la marca fue un acierto rotundo.
Desde el primer momento, la idea de conectar el ambiente con lo natural estaba clara, por ello las canteras y las grutas se convirtieron en el punto clave desde el que partir. La clínica se va descubriendo entre grandes rocas conforme se avanza en el recorrido, mostrándose como una cueva de techos altos y un pasillo con remates curvos. El túnel inicial, que funciona de columna vertebral, se vincula con el resto de salas y el hall: una distribución que amplía la sensación de inmensidad.
Estalactitas con acabado de Edward Burtynsky
Asimismo, no son solo estas líneas las que consiguen transformar el lugar en una galería subterránea. La instalación en el techo —un trabajo de Leckie Studio, junto al equipo local Tangible Interaction— es toda una obra de arte que imita las estalactitas de las cavernas; una pieza realizada en tela Tyvek que se corona como la joya de todo el espacio. El resultado de estas tiras verticales podría parecer similar al logrado en el Instituto de Medicina Natural Cellularium, hecho por Formafatal.
Una vez definida la forma, se apodera del escenario un estilo completamente inspirado por la fotografía de Edward Burtynsky. Su especial manera de entender la naturaleza y el paisaje —desde el punto de vista de un ave—, además de su representación del orden, la acción y la casualidad de hallar elementos alineados, se aplica a la organización e iluminación de la consulta. Este interesante ejercicio, traducido finalmente a tonos grises, crudos y crema, conforma un escenario honesto, funcional y limpio. ¿Serán las sesiones de AER Skinlab tan espectaculares como lo ha sido el diseño planteado?
Leckie Studio
Por un lado, la inspiración en cuevas grutas y cavernas y por otro las imágenes del fotógrafo Burtynsky.