Sin duda, los niños son los principales amantes de espacios lúdicos. Y justamente esta idea de lo lúdico es el motor que han inspirado al estudio de arquitectura Baukind para crear en el barrio berlinés de Prenzlauer Berg una guardería considerada por sus autores como “un país de las maravillas de la naturaleza”.
En el interior del edificio, una antigua sauna de sal, los arquitectos han conservado la estética orgánica de algunas de sus paredes. El diseño simple pero muy inteligente de las diferentes áreas logra un ambiente de calma y organización. Su finalidad: mostrar un lenguaje visual con el que estructurar la rutina diaria de los niños.
Un pasillo que actúa como instrumento musical y una dinámica sala de juegos con árboles para ser escalados, son los espacios multifuncionales con más relevancia para fomentar la diversión. Combinaciones de tonos verdes, maderas cálidas y azulejos, al igual que el mobiliario, plataformas y cuevas, siguen el flujo de las referencias a un paisaje natural, lo que hace de este lugar un jardín de infancia perfecto para crecer y aprender.