Ikea ha revelado el secreto de su nuevo lanzamiento en el Mobile World Congress de Barcelona: la integración de dispositivos de recarga inalámbrica en sus muebles. Los diseños por los que han apostado son un juego de plataformas individuales, y – quizá más interesante, por añadir una función adicional a un elemento existente – un conjunto de mobiliario: por ahora, un par de lámparas y mesas de café y de noche. Para aquel al que no le convenza la estética de las propuestas, venderán igualmente el sistema independiente para acoplar en otros productos.
Solo dejando el dispositivo en el punto señalizado, este recibe de la base un campo electromagnético que se transforma en corriente alterna para recargar el teléfono. El sistema inalámbrico por inducción se basa en el estándar Qi, al que se acogen gran parte de los nuevos teléfonos. Ikea ha realizado un movimiento importante que puede dar un gran impulso al desarrollo de esta tecnología. Por otra parte, supone un giro en el concepto de recargar, hoy actividad obligada de nuestro día a día. La multinacional sueca da un primer paso y propone un cambio de esta actividad camuflándola en la experiencia de estar en casa. La necesidad de recargar se transforma en algo que simplemente ocurre, mientras lees, tomas algo, o duermes.