Una visita a la página de studium puede ser algo desconcertante. Resulta abrumador tanto alambicado ditirambo en torno a Sérgio Miguel Magalhães, creador de este estudio multidisciplinar establecido en Oporto que transita con soltura por la arquitectura, el branding y el diseño web, gráfico y de producto. Sus proyectos son más convincentes que sus palabras, y entre ellos destaca este HBK Spectris Innovation Centre para HBK, inaugurado en 2019 a las afueras de la ciudad del Duero.
HBK es un holding de ingenierías especializado en soluciones de control, prueba y medición en procesos de trabajo para empresas de alta tecnología. Se trataba de habilitar una nave industrial sin carácter en oficinas de última generación creando identidad de marca y, a la vez, una constelación de espacios que facilitaran la interacción de los equipos de producción y desarrollo. studium colonizó además el patio adyacente a la nave con dos nuevos volúmenes, vinculados al ya existente por una pérgola trilobulada que facilita a sus 63 empleados el uso de esta zona al aire libre.
La intervención en el HBK Spectris Innovation Centre se dispone a partir de dos contenedores metálicos de transporte naval, colocados en diagonal en mitad del recinto. Uno de ellos, en vertical a modo de torre, funciona como icono corporativo en el que una trama metálica soporta una serie de cartelas unidas por un hilo luminoso de fibra óptica: un timeline con hitos de la historia de la marca sobre el que el visitante fija su mirada al entrar. El otro, posado en horizontal, alberga una sala de reuniones polivalente que puede cerrarse con paneles desplegables.
Entre ambos, una estructura metálica forma un auditorio y, al tiempo, una pasarela que permite transitar desde el segundo a las dos estancias de aislamiento individual superpuestas en la torre. Los puestos de trabajo se distribuyen perimetralmente y se separan mediante un ingenioso sistema de particiones modulares de diseño propio. Alternan con algunas áreas para reuniones informales equipadas con sofás insonorizados.
Este paisaje-collage sintetiza con elegancia muy portuguesa la lección de los nuevos modelos de oficinas de última generación como los ensayados en los últimos tiempos por Clive Wilkinson o los de las propuestas que periódicamente despliega Vitra en su campus de Weil am Rhein. Árboles y armazones ligeros cualifican el espacio, y el juego de colores —azul brillante, amarillo, verde y gris— dialoga con la cuidada señalética, organizando itinerarios e interacciones. En el patio, un tercer contenedor alberga un gimnasio y un volumen revestido de madera acoge un comedor corporativo.
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