La nueva central térmica de Palencia no solo ha sido recientemente galardonada con el premio FAD de arquitectura, sino que se erige como un ejemplo de pensamiento futuro sobre el papel de estos edificios dentro de los núcleos urbanos.
Ecosofía para una arquitectura industrial
“Pensar en la sostenibilidad se trata, en efecto, de pensar cómo actuar. Y de reformar nuestros códigos de acuerdo con una nueva ética que nos sitúe en el lugar real que nos corresponde en el ecosistema y no en el predominante y dominante en el que hemos querido situarnos”, plantea la poeta y filósofa Chantal Maillard. Una reflexión donde deja una mínima parte de un pensamiento que avisa con firmeza sobre la necesidad de tomar conciencia para “mutar nuestros modos de relación con el mundo”.
Sin embargo, estamos aún muy lejos —considera Maillard— de una genuina ecosofía: esa sabiduría sobre el hábitat que conduce a la formulación de una política que rompa los marcos de los intereses privados. De hecho, nos avisa de que “ni la ética ni la política pueden pensarse ya prescindiendo de las relaciones con el medio animal, vegetal, mineral, acuífero, atmosférico, etcétera”. Por esta razón, resulta tan importante cada acción que plantea un avance dentro de los nuevos vínculos con el planeta. Y así lo ha materializado el estudio FRPO —dirigido por Fernando Rodríguez y Pablo Oriol— en la nueva planta eco-energética en Palencia.
La nueva central térmica de FRPO
Esta nueva planta de la empresa DH Ecoenergías va a cumplir dos funciones igualmente importantes. Por un lado, se encargará de proveer de agua caliente a más de 3000 hogares mediante una red limpia y alimentada con recursos renovables —principalmente biomasa forestal—. Y, por otro, será un elemento visualizador y visibilizador de ese nuevo modelo de relación eco-sófica —empleando el término de Maillard— entre lo humano y lo natural, contribuyendo a su sensibilización. La respuesta a estas dos tareas se sitúa en el tratamiento material escogido para esta gran infraestructura de 1960 m2: una transparencia deliberadamente simbólica.
La transparencia y ligereza de la fachada ondulada de policarbonato se coordina con el acero galvanizado y predomina sobre la bañera-zócalo de hormigón, que sirve de apoyo para toda la maquinaria y como conector entre el exterior y el silo subterráneo de biosamasa. Así lo cuentan desde FRPO: “Nuestra búsqueda fue la de una arquitectura transparente, limpia, directa y luminosa, que incorporara el concepto de circularidad en su propia geometría. Es un edificio económico, pero muy especial porque es diferente a todo lo que tiene alrededor. Incluso a pesar de que hayamos utilizado los materiales más básicos y habituales en la arquitectura industrial: acero, hormigón y policarbonato”.
Una conjunción con la que Fernando Rodríguez y Pablo Oriol afirman una expresión que renueva el carácter de este tipo de construcciones fabriles y, con ello, proponen una presencia destinada a contribuir a conformar esos lugares en la periferia de las ciudades que “crecen sin un centro, sin urbanismo, sin personalidad, sin arquitectura…”. Una labor en manos de la generación de arquitectos a la que ellos pertenecen y que consideran como “una oportunidad para nuestras ciudades que no podemos dejar pasar”. Pulcritud, diafanidad y ligereza. Cualidades para un nuevo paradigma.
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¿Qué es FRPO?
FRPO es un estudio de arquitectura con sede en Madrid, dirigido por Fernando Rodríguez y Pablo Oriol y fundado en 2005.