Cuando Vitruvio estableció en el siglo I a. C. los fundamentos del mito de la cabaña primitiva, seguramente no imaginó encontrarla dos mil años más tarde dentro de un café bonaerense. La arquitecta portuguesa Iris Cantante nos invita a descubrir y experimentar los principios del cobijo y el equilibrio natural-artificial en el Fii Fun House Café. Y lo hace a través del juego. Los niños pueden ocupar diferentes casitas de madera situadas frente a una gran fachada acristalada. Allí, se balancean en sacos suspendidos desde el techo; o aprenden a compartir pintando en una gran mesa comunal con columpios como asientos. Los despreocupados padres pueden disfrutar de un café en un entorno rico en referencias a espacios exteriores. Vallas, portones, macetas, casetas. Y todo ello con un tono muy cálido gracias al tratamiento natural de los materiales y a una iluminación con un aire espontáneo. El lounge de inspiración playera de la planta superior remite a oasis en los que sentirse y sentarse protegido. En pleno corazón de una ciudad de 15 millones de habitantes.
Fiii Fun House Café. Bienvenido a la casa de muñecas.
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