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En el estudio de Raúl Sánchez Architects conviven humanismo y técnica. Su máxima es sencilla, pero desafiante: ver más allá de las posibilidades que brinda el espacio. Sus proyectos a diferentes escalas dan fe de ello. Entre lo oculto y la emoción, el arquitecto desvela una realidad y una arquitectura mágicas.

Arquitectura española con filtro lynchiano

Raúl Sánchez afirma que no cree en el interiorismo ni en las etiquetas. Con esta provocación comienza sus clases y desvela su manera de ser y de mirar, con el ánimo de estimular una reflexión crítica entre sus alumnos. “No sé dónde acaba el interiorismo ni dónde empieza la arquitectura. Y al revés”, nos comenta. Lo que existe es un espacio latente de posibilidades. Para él, ver más allá es lo que importa. Aunque ejerce de profesor en la Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería de Barcelona (Elisava), su oficio es el que lleva a cabo desde su estudio homónimo con sede en la Ciudad Condal. Su concepción de la profesión es la de un cóctel complejo que aúna humanismo y técnica. Lo contrario le parece mera decoración o fría ingeniería.

Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

“La arquitectura que se limita al utilitarismo no me interesa lo más mínimo. Me interesa aquella que tiene en cuenta la función, pero que a la vez es capaz de emocionar”. En su caso, ya son numerosos los reconocimientos que avalan cómo su labor también es capaz de hacer vibrar. Este joven creador proviene de Linares (Jaén). “Un pueblo grande, pero un pueblo en esencia. Un sitio bastante convencional, donde aparentemente todo es muy normal”, describe. Allí no nació una vocación juvenil definida, sino que esta cogió sabor durante sus estudios en Granada. “Me encontré con un buen profesor, Rafael Soler, que despertó en mí una nueva pasión estimulando mis inquietudes a través de lecturas y visionados de cine en torno a la arquitectura”.

Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Apartment Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- ¿Cómo describirías tus orígenes y tu estado actual como arquitecto?

Raúl Sánchez.- Siempre recuerdo un suceso que me marcó, sobre todo viniendo de un sitio como Linares. Tenía alrededor de 12 años cuando, un día cualquiera, echaron Twin Peakspor la TV. Ese universo en el que existía un lado tenebroso y perverso me impactó. Mostraba una dimensión mágica donde no todo era lo que parecía, y me hizo empezar a ver más allá. A día de hoy, esta es la base de muchos de mis trabajos. Dar complejidad, que haya una lectura diversa o que no todo sea lo que parece. Me llama la atención lo que no entiendo y lo que me desafía. En ese sentido, como arquitecto, me gusta mantenerme siempre en un terreno sin definición, ambiguo; creo que etiquetar es reducir. Mi espectro de inspiración es muy amplio y proviene, en gran medida, del cine y la literatura.

House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- En tu porfolio se observa un hilo conductor: el sentido de la mesura. Proporción, orden, armonía. ¿Consideras que el equilibrio es la clave?

Raúl Sánchez.- Sí, el equilibrio es algo muy importante en mi obra. Normalmente proyecto con un sistema como la sección áurea, los triángulos o un modelo de invención propia, que me sirve de herramienta de composición formal y de control de la geometría. Me interesa esa solidez que conlleva, tan disciplinaria. Posibilita, prácticamente, someter la forma a un régimen de orden. Sin embargo, con la experiencia uno va asentando cosas y, poco a poco, siento más ganas de “saltarme” estos métodos. Creo que esto se debe a que la escala es algo que ya domino porque previamente la he conocido. Únicamente si observas la historia, si tomas consciencia de lo que hay antes de ti, no acabarás copiándola; y podrás hacer algo verdaderamente “tuyo” a partir de ello. Solamente quien reconoce la tradición puede aventurarse por un terreno nuevo.


“No sé dónde acaba el interiorismo ni dónde empieza la arquitectura. Y al revés”,

Rául Sánchez
House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
House BSP20. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

El color. Foco, volumen y equilibrio

A Sánchez le gusta referenciar el ejemplo de los góticos. “Cuando llegaba un pintor, el maestro artesano le hacía copiar la misma Virgen mil veces, hasta que la dominaba. Solo entonces le decía: ahora puedes pintar la Virgen que quieras”. Es en el campo de la medida donde él se siente cómodo y donde, por tanto, encuentra mayor libertad para tomar nuevas decisiones. Gracias a ello genera geometrías rotundas y potentes, como las del Dúplex Tibbaut, que aparecen en formas sorprendentes y desconocidas. ¿Hay algo dentro de ellas? ¿Son huecas o macizas? En realidad, nacen desde este conocimiento de lo formal.

Dúplex Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Dúplex Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- Algo parecido sucede con otro de tus elementos de estilo: el color. Una fuerza que funciona como foco y como contrapeso.

Raúl Sánchez.- El color me resulta una cosa bien complicada, con un recorrido muy vasto. Me sirve para destacar o para relegar a un segundo plano y escalar volúmenes. Para dar intensidad o para disimular aspectos que, muchas veces, espacialmente no se pueden resolver. No recurro a él por defecto: cada proyecto dicta si es necesario o no. También lo uso porque me emociona. Uno de los grandes maestros para mí es Le Corbusier. Él, como pintor, lo utilizaba sobre plano. Yo no lo empleo para pintar superficies, sino para dar cuerpo. No soy un pintor ni tengo ese manejo experto, por lo que mi aproximación es más básica y puramente arquitectónica.

Dúplex Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Dúplex Tibbaut. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- De cromatismo también habla, en parte, tu colaboración con la firma Polonio. Un establecimiento singular donde las texturas se desmarcan hacia una imperfección matérica poco habitual.

Raúl Sánchez.- En la tienda de Polonio no desaparece la geometría. Tampoco lo hacen la proporción y la composición. Sin embargo, aquí aparece algo que con frecuencia me interesa más: la improvisación o aquello que se escapa de nuestro control. Con la experiencia dejas de buscar tanto esa exactitud perfecta y empiezas a querer ver la mano del que hizo la obra o el efecto del tiempo sobre el espacio que vas a intervenir. Cada vez me gusta más que las cosas no sucedan como se supone que tendrían que haber salido. Que tengan una huella única y personal.

Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- ¿Cómo se traduce esta idea en la flagship de Polonio?

Raúl Sánchez.- En el local de la marca, la referencia proviene de una cala de Cadaqués, y se trataba de abstraer la roca y el agua. En el momento de hacer pruebas con el mortero sobre la superficie, quise dejar cierta libertad y sorpresa. Que la ejecución no se rigiese por un sistema de proporciones. En el caso de la moqueta, se decidió que el pelo fuese lo más largo posible, para que se despeinara y se dibujasen olas y ondas, al igual que hace la textura fluida de las cortinas. Debajo subyace una construcción muy estricta, pero los elementos que la acaban deshacen y contradicen esa rigidez.

Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Gallery House. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- Si te dejas guiar por esa improvisación, ¿es la propia obra quien manda antes que el arquitecto?

Raúl Sánchez.- Sí y no. Pongamos la mirada en Frank Lloyd Wright, la figura que representa el modelo del arquitecto que lo controla todo; hasta el tenedor con el que come. Todo lo basa en una gran idea que viene desde arriba y que atraviesa al edificio por completo: el conjunto obedece a una misma visión. A mí también me importa que lo grande empape lo pequeño. Eso no quita que lo inesperado se desvele, conviva y se imponga. Hay una improvisación que responde, no a la falta de planificación, sino a algo natural. Que la propia intervención sea la que guíe y descubra el resultado final en el proceso. Un buen ejemplo de ello son, por una parte, el Duplex Tibbaut y, por otra, la Casa BSP 20. En el primer hogar hasta los pomos de las puertas realizan el mismo giro que las estructuras cuadradas que emergen en planta. En el segundo, el armazón visto descubre una parte de la historia de la construcción, algo desvelado “por azar” en el desarrollo de obra.

“Como arquitecto, me gusta mantenerme siempre en un terreno sin definición, ambiguo. Creo que etiquetar es reducir. Mi espectro de referencias es muy amplio y proviene, en gran medida, del cine y la literatura”

Raúl Sánchez
Girona St Apartment. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Girona St Apartment. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- Otro de los factores que llama la atención es esa simulación de muñecas rusas que construyes insertando volúmenes dentro de volúmenes.

Raúl Sánchez.- Este juego de las muñecas rusas me fascina. Es algo casi mágico. Sacas una y aparece otra. Y luego otra. Y luego otra… Y cuando crees que no caben más, aparece otra. Todo aquello que escapa de la explicación lógica y racional me emociona y me conquista. Este concepto prácticamente infantil de jugar con cajas dentro de cajas, también. Me atrae el factor lúdico que conlleva.

Girona St Apartment. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Girona St Apartment. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- Lo lúdico podría ser un leitmotiven tu trayectoria, a modo de sello personal. ¿Dónde se origina esta fijación?

Raúl Sánchez.- Yo empecé enfrentándome a reformas pequeñas, pero lo que rige todo es el urbanismo. Antes de él, todo es posible. Una vez que este dictamina usos, alturas, aprovechamientos… las libertades quedan muy reducidas. Lo que yo hago es tomar estas rehabilitaciones y convertirlas en ciudades, donde estos volúmenes que introduzco funcionan como edificios en su interior. A mi manera, creo un plan urbanístico en una escala menor. Estas cajas muchas veces ejercen como casas, donde se despliegan las actividades privadas mientras el resto de las zonas que las rodean son amorfas; lugares circundantes que se traducen como calles donde se puede pasear, cocinar, comer, reunir gente…

Impress Madrid. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Impress Madrid. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Impress Madrid. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Impress Madrid. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

ROOM Diseño.- Esta analogía de la casa con la ciudad, de trasladar la escala mayor a la pequeña, no es la solución más rápida ni la más fácil.

Raúl Sánchez.- Siempre trato de hacer que mis trabajos guarden cierta complejidad. Eso no significa hacer cosas raras, sino no agotar inmediatamente las posibilidades que subyacen en la propuesta. Intento que no todo se entienda fácilmente a primera vista, posibilitar que cada día que entres a casa descubras algo distinto. Es decir, llegar a una habitación que no es la misma que recorriste ayer. El día a día a veces puede ser pesado, y mi intención como arquitecto es brindar emoción.

Residence 0110. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
Residence 0110. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

Los ambientes vivos ya atrajeron a Sánchez en sus descubrimientos juveniles y durante su formación académica en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Granada. El deconstructivismo de Zaha Hadid o Rem Koolhaas desviaban la mirada internacional en ese momento. Pero a quien recuerda especialmente, como una luz, es al catalán Enric Miralles. “Esas plantas jeroglíficas me fascinaron”, afirma el jienense, al igual que le eclipsó el constructivismo y las vanguardias rusas. Todos estos enfants terriblesde la creación —raros y prohibidos— le cautivan por su oposición a lo convencional. “Aquello que no molesta no me interesa. Aquello que se atreve a empujar los límites de lo real me atrae mucho más. No me gustan las cosas cómodas”.

The Polonio. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia
The Polonio. Rául Sánchez Arquitectos. Foto: © José Hevia

Quizás todo esto tenga que ver con ese niño inocente de un pueblo de Jaén, impactado al ver por primera vez la serie lynchianapor excelencia: Twin Peaks. Lo críptico, el misterio y la magia. Las postales biográficas de la infancia de Raúl Sánchez se vieron alteradas y se ampliaron para el resto de su vida. A partir de entonces, un lugar es un sitio de doble lectura y sentidos ocultos. Un espacio donde nada es lo que parece y todo está por desvelar. |

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