El paisaje es la huella que una actividad económica o cultural ha dejado durante los años sobre el territorio. Puede asociarse con el proceso del cultivo tradicional, con la extracción industrial de un mineral del subsuelo o con la gestión de un jardín botánico como modelo turístico a gran escala. Cualquier ejercicio genera una alteración que configura la imagen de cada época.
El jardín botánico de Delugan Meissl Associated Architects
Hablar del impacto sobre una gran extensión de territorio significa trasladarse casi automáticamente a China. Delugan Meissl Associated Architects (DMMA) han resuelto con un jardín botánico el problema ambiental y urbano que suponía para la ciudad de Taiyuan contar con una mina de carbón abandonada.
La propuesta del equipo austriaco va más allá de abordar exclusivamente la restauración ecológica con diseño paramétrico, y se aprovecha de la escala de la instalación para plasmar un complejo museístico en torno al gran lago que ahora ocupa el agujero de la explotación minera. El programa de esparcimiento se divide en grandes piezas de cierta entidad arquitectónica, dispuestas para deslumbrarse unas a otras y generar un punto de atracción turística que fomente y organice el flujo de viajeros que acoge Taiyuan.
Diseño paramétrico en invernaderos para el ocio
El conjunto recibe a los visitantes con un tremendo mirador que se atraviesa para descender a la orilla del lago artificial. La transición se realiza a través del museo de ciencia natural que ofrece información sobre los ecosistemas y una vista sobre todo el panorama.
Los esfuerzos del diseño aparecen en los volúmenes semiesféricos —excavados o construidos— que se utilizan como contenedor de las especies para el jardín botánico. Los invernaderos —uno tropical y otro desértico— se erigen dentro del espacio, cubiertos por unas cúpulas de 90 metros tratadas paramétricamente. El planteamiento de la curvatura, la composición del cerramiento o el estudio minucioso de las condiciones climáticas locales facilita el correcto desarrollo de las variedades exóticas.
El lenguaje de las bóvedas se invierte en el tercer elemento expositivo, el jardín de bonsáis. El cuerpo queda tallado sobre el suelo de forma parecida a los surcos de la minería a cielo abierto. El recorrido en espiral permite exponer en un perímetro más largo, donde los pequeños árboles se puedan suceder como las obras de arte en el Guggenheim de Wright.
El panorama de una actividad económica
Las enormes cúpulas, los miradores o el borde artificial del lago comparten la idea de originar un espectáculo visual más allá de la función. Se busca ante todo esa imagen icónica propia de la nueva industria del entretenimiento. Un retrato certero del modelo económico actual, posiblemente el paisaje de nuestra época.
En este enlace puedes otros proyectos de paisajismo.
El estudio DMAA construye unas grandes cúpulas para generar las condiciones climáticas adecuadas para un ecosistema tropical y otro desértico.
Gracias a la estructura de madera laminada consiguen alcanzar hasta 90 metros de diámetro sin apoyos intermedios.