Si de repente oigo hablar de la oficina del Cambridge Innovation Center en Rotterdam, me la imagino como un espacio tecnológico aunque sobrio. Colores neutros, interiores austeros… Sin embargo, de repente me encuentro con la brillante creatividad de Studiopass y siento que libero mis prejuicios.
Jaron Korvinus y Daan Mens, fundadores del estudio, se caracterizan por dotar a sus interiores de cierta sensibilidad juguetona. Como ellos mismos afirman: “Entendemos que la comunicación visual más potente y efectiva necesita de ideas originales con una ejecución impecable”. Siguiendo esta línea, y como parte del proyecto Arte en el trabajo de CIC x Arttenders, les encargaron una interpretación contemporánea de la idea de jungla urbana para un área de trabajo.
Lejos de tópicos relacionados con la selva que baila entre flora y fauna, se inspiraron en una cita del artista Roberto Burle Marx para dar forma al Unusual Volume: “Un jardín es un complejo de intenciones estéticas y plásticas. Y la planta es, para un paisajista, no solo una planta -rara, inusual, ordinaria o condenada a la desaparición-, sino también un color, un volumen o un arabesco en sí mismo”.
El cromatismo lo invade todo. Como un lienzo en blanco al que se le lanza un bote de pintura. Sin razón aparente, pero con un objetivo: hacer de la improvisación un estilo o un hilo conductor. Las formas azules y amarillas emergen como en la propia naturaleza. Sin orden. Sin jerarquías. Sin condicionantes visuales. Aunque, al igual que en la naturaleza, la magia de lo casual se adueña de estos lugares inertes para dotarlos de vida.
Esperar el turno para que te atiendan deja de ser aburrido. Tener una reunión de equipo se vuelve desafiante y altamente inspirador. Iniciativas como esta hacen que el mundo del arte amplíe sus redes, invadiendo otras disciplinas y demostrando que trabajar en una oficina dista mucho de ser gris.