Desde el pasado mes de julio hasta febrero del próximo año, el Design Museum de Londres juega con nuestra adrenalina. Presenta al público Electronic: From Kraftwerk to The Chemical Brothers, una exposición que narra el recorrido de la música electrónica combinando a partes iguales historia, diseño y realidad aumentada.
Cuando surge por primera vez la idea de hacer una exposición sobre la música electrónica en el Musée de la Musique – Philharmonie de París —hace ya casi dos años—, el mundo estaba libre de coronavirus. Pero cuando la capital de Inglaterra recupera la propuesta y da a luz a esta exhibición, se ve implicada en una situación que inicialmente era impensable.
Siempre fue una experiencia pensada para ser disfrutada como si de una discoteca se tratase, pero las circunstancias han cambiado. Por este motivo, la comunicación de su mensaje no es como se había pensado en un principio: ahora el aforo en las salas es mucho más reducido y traer mascarilla y auriculares es obligatorio.
Poderosos años 80
A principios del siglo XX, la vocación de los futuristas era totalizadora. A pesar de que sus principales campos de acción eran la literatura y las artes plásticas, vivían con el deseo de impregnar su filosofía en todos los ámbitos posibles. Y plantear que el ruido también podía ser arte revolucionó el concepto de la estética musical.
Pero la música electrónica tal como la conocemos es joven: lleva entre nosotros aproximadamente 60 años. A partir de 1950 se comenzó a experimentar con la tecnología y estos nuevos sonidos empezaron a popularizarse.
En los 70 se comercializó, pero el momento de esplendor de este género llegó una década más tarde, cuando fue aceptado por gran cantidad de jóvenes y supuso una revolución a la que muchos músicos y cantantes se acogieron. Surgió entonces una cultura que daba voz a una nueva realidad.
From Kraftwerk to The Chemical Brothers
Un show musical apenas se concibe sin el acompañamiento de un espectáculo, y la música electrónica ha sido un género que ha apostado por ofrecer un apoyo visual único, igual de protagonista que el sonido.
La exposición muestra esta práctica a través de un recorrido singular. Desde los legendarios Krafwerk, que hace 40 años planteaban un escenario y unas actuaciones de categoría, pasando por los icónicos Kevin Saunderson, Juan Atkins, Jeff Mills o Richie Hawtin, hasta los explosivos británicos The Chemical Brothers.
El viaje que nos transporta a otro lugar está lleno de sorpresas. Enseña su historia y sus protagonistas, la evolución del género y los highlights en esta disciplina y, también, los juegos visuales, los más destacables recursos gráficos empleados, las mejores puestas en escena y las experiencias en tres dimensiones. Una oscuridad interrumpida por destellos, colores, ritmo y dinámica propios de la electrónica retumba en nuestros cinco sentidos.
El show interactivo que nos presenta el Design Museum de Londres nos envuelve haciéndonos sentir especiales y únicos. Dejarnos llevar por el empujón de las notas es todo lo que necesitamos para que apoyemos y valoremos esta cultura y admiremos el trabajo que implica la dedicación a esta profesión.
Visita la web del Design Museum de Londres