El equipo de arquitectura OMA ha construido en plena costa de Miami Beach y a lo largo de 11 kilómetros un ecosistema acuático compuesto de arte submarino: todo un paisaje bajo el agua que promueve la biodiversidad imitando los arrecifes de coral. Pero ¿cómo evolucionará la instalación conforme pase el tiempo? OMA, la artista Charlotte Taylor y el estudio Nicholas Préaud se han hecho esta pregunta y han hallado juntos la respuesta en una producción NFT.
OMA Architects y el ecosistema acuático
Este año, el equipo de OMA se ha alejado de sus propuestas habituales y ha puesto sobre la mesa un nuevo trabajo comprometido en su totalidad con los océanos. Se trata de Reefline, un museo bajo el agua que se extiende a más de 10 kilómetros de longitud por la costa de Miami Beach y que imita los arrecifes de coral.
Esta ambiciosa instalación —aún en construcción— hace un llamamiento a la fauna marina y pone en valor la importancia de cuidar estos ecosistemas y luchar contra el cambio climático. Ahora bien, visitar este espacio resultará más complejo de lo que parece, pues si se quiere ver con claridad habrá que sumergirse con tubo y gafas de buceo.
Una obra NFT para adivinar el futuro
La diseñadora Charlotte Taylor y el estudio parisino Nicholas Préaud, en colaboración con OMA Architects, desarrollaron el proyecto de una manera más abstracta respondiendo a la pregunta: ¿de qué modo intervendrá el medioambiente con el paso de los años en los volúmenes insertados?
Para ello plantearon una pieza de arte digital en la que se puede observar cómo una escalera de grandes dimensiones se convierte en el hogar y refugio de miles de especies que habitan bajo el mar. Esta creación, que se exhibe originalmente en una sala como si fuese una obra de Zimoun, acaba perdiendo su minimalismo, geometría y color al poco tiempo de ser conquistada por la vida acuática de Miami Beach. El vídeo muestra el poder de la naturaleza y cómo el volumen inicial va desapareciendo tras perder la batalla contra el medio.
Las escaleras fuera y dentro del agua
Este juego escheriano de la obra NFT está constituido por dos partes. Una primera, llamada Coral Arena/2021, donde la escultura aparece expuesta en una sala. La rigidez, el hieratismo y la calma se sienten presentes en una habitación vacía y perfectamente iluminada.
Pronto, la oscuridad y la organicidad irrumpen brutalmente en el escenario proponiendo Coral Arena/2031: un adelanto del futuro. Las formas de las plantas y sus movimientos, que recuerdan a las fotografías botánicas de Karl Blossfeldt, se agarran con fuerza a los escalones de la descontextualizada escalera. La oscilación y las nuevas tonalidades dotan a la escultura de un carácter único e irrepetible. ¿Será esta la evolución de Reefline?
En este enlace puedes ver el museo submarino de Jason Decaires Taylor en la costa de Cannes.
Es una obra digital única e imposible de falsificar.
Es el proyecto planteado por OMA Architects que consiste en construir a lo largo de la costa de Miami Beach una instalación bajo el mar compuesto por esculturas que imitan los arrecifes de coral.
La pieza de arte digital diseñada por la artista Charlotte Taylor y el estudio Nicholas Préaud que avanza cómo resultarán las obras bajo el mar dentro de 10 años.