Por Amalia Antiga
Matadero Madrid fue desde sus inicios un proyecto abierto y susceptible de crecer, valorado por el rescate de la arquitectura industrial madrileña de comienzos del siglo XX. Ubicado al sur de la ciudad, se trata de un conjunto de pabellones que albergaron por 85 años un mercado y un matadero de ganado, y sin embargo hoy en día es un espacio cultural dedicado a diversas disciplinas artísticas y exposiciones temporales.
Inaugurada en septiembre del 2011 y localizada en la nave 17, la Cineteca es quizá el proyecto más destacado, diseñado por el despacho de arquitectura Churtichaga + Quadra-Salcedo. El estudio lo define como una creación audiovisual que además de apostar por la cultura, ofrece espacios a creadores, artistas, productores y gestores, y que favorecen la alianza entre lo público y lo privado.
Se trata de una sala pionera dedicada casi exclusivamente al cine de no-ficción con una perspectiva para los amantes del género documental. De 2.688 metros cuadrados, conserva la concepción original de la nave, distribuida en cinco espacios: cine (dos salas de proyección de 240 y 90 butacas), un plató de rodaje, un archivo de carteles, una cantina y una terraza en la que también se proyectan películas al aire libre.
El interior se encuentra revestido de listones de madera negra, permitiendo que la iluminación sea lo más innovador y llamativo de su arquitectura. El elemento distintivo es un mecanismo luminiscente que se asemeja a cestas tejidas y alimentadas de luz. Dichos elementos se perciben como figuras flotantes y vibrantes. La principal funciona como una lámpara gigantesca encargada de envolver una larga escalera por la que se filtra la luz y construida con lo que parece ser un infinito de mangueras color naranja, mientras que en el cine estas se usan de color negro para dar un ambiente más oscuro y acorde a la sala.
De entrada, sorprende mucho la decoración interior. El uso inteligente de los materiales permite revivir la historia del antiguo matadero así como el diseño elegante de un moderno centro de cine, con un aspecto bastante zen y limpio, que proporciona a los sentidos una gran experiencia para experimentar la imaginación y curiosidad dentro de una atmosfera de estética tecnológica y cómoda.