Barroco contemporáneo de alta intensidad
Fotos: Miguel Gutiérrez
Castellano brutalista es el nombre que Von Pelt ha escogido para su exposición en la galería Machado Muñoz. Una muestra que habla de una España en la que el mobiliario era reflejo de una sociedad tremendamente religiosa y señorial, y en la que el significado de español superaba los límites del léxico para viajar de las ornamentaciones en madera dorada a la cerámica más sobrias.
Este colectivo de diseñadores nómadas, como ellos mismos se definen (aunque afincados en Berlín), se trasladó hasta Pedraza (Segovia) en búsqueda de artesanos que haciendo uso de una técnica bien depurada, fueran capaces de transmitir en cada pieza esa fuerte simbología que tanto nos ha definido. Amantes del trabajo en equipo, Von Pelt huyen del culto a la personalidad por un fin mayor: el producto final y su pureza.
Armarios, cómodas, espejos y elementos cerámicos cargados de ironía conviven con un claro propósito: la reinterpretación contemporánea de la tradición popular española. Una ironía que Von Pelt han llevado incluso a los materiales: la obsesión del barroco hispano por el dorado vista a través de un despliegue épico de latón y elementos de ferretería. Y todo ello a través de dos conceptos: el “estilo castellano” y el “remordimiento español”. Una mezcla única en la que la esencia del siglo XVII es mirada con otros ojos y tratada con unas manos que ya han vivido nuevas tendencias. El resultado, cuanto menos, brutal.