Setas que brillan, árboles de ensueño y colores inimaginables invaden este bosque alemán de Pirmasens. No se trata de un remake de Avatar, sino del trabajo llevado a cabo por el fotógrafo Tarek Mawad y el animador Friedrich van Schoor. Un proyecto creado con el fin de replicar las cualidades bioluminiscentes de animales como las medusas o las luciérnagas, que generan su propia luz mediante reacciones químicas. Para ello, Mawad y van Schoor han utilizado una técnica de iluminación llamada mapeo de proyección, también conocida como realidad aumentada espacial.
Durante seis semanas trabajaron construyendo con madera aquellos elementos de la naturaleza que previamente habían seleccionado y, acampados en pleno bosque, crearon los efectos in situ, evitando así al completo la postproducción. Gracias a este arduo trabajo somos capaces de descubrir un mundo estático que, acompañado de la banda sonora compuesta por Achrim Treu, nos abre las puertas de unos ecosistemas que irradian vida.